Moody's advierte de las consecuencias negativas que tendría el Brexit para el Reino Unido
22 feb 2016 . Actualizado a las 17:18 h.La libra esterlina cae este lunes en picado en los mercados internacionales de divisas, con un retroceso de más del 2 % frente al dólar, por la incertidumbre ante el próximo referéndum británico sobre la permanencia en la Unión Europea (UE), previsto para el 23 de junio.
La divisa del Reino Unido llegó a caer un 2,2 % frente al dólar para cotizar a 1,40880 dólares, su valor más bajo en tres semanas y el mayor descenso intradiario desde enero del 2015, después de que en las últimas horas varios ministros del Gobierno de Londres anunciaran su apoyo a una salida de la UE.
La libra bajó también frente al yen, un 1,55 %, y respecto al euro, un 1,2 % hasta 1,27760 euros, moneda esta última que puede beneficiarse, como valor refugio, del caos causado por la inminencia del plebiscito.
El primer ministro británico, David Cameron, fijó el sábado para el 23 de junio su prometido referéndum, tras acordar en Bruselas un plan de reformas que posibilitarán un nuevo encaje del Reino Unido en el bloque comunitario. Aunque el líder conservador defendió las virtudes del pacto, que restringe las prestaciones sociales a los inmigrantes y protege al país de una mayor integración europea, y abogó por la permanencia en una UE reformada, seis miembros de su gabinete y dieciocho conocidos diputados han indicado que votarán en contra.
En otro revés, el alcalde de Londres, el mediático Boris Johnson, ha confirmado su apoyo a abandonar la UE, y se calcula que la mitad del grupo parlamentario conservador, de 331 diputados, es euroescéptico, lo que puede dificultar a Cameron la defensa de la línea oficial.
La posibilidad de una salida o Brexit, así como de divisiones internas que socaven al Gobierno, han alarmado a los inversores, que pronostican una gran volatilidad de la libra hasta que se celebre la consulta. «Es probable que veamos un debilitamiento de la libra de cara a la votación, a medida que el debate se enciende y la incertidumbre mina la confianza», según el estratega de Société Generale Kit Juckes. Avisó que «es improbable que las encuestas se pronuncien de forma decisiva en una u otra dirección para que haya claridad antes del referéndum».
El economista de FxPro Simon Smith opinó que «los inversores no están diciendo que el Brexit sea bueno o malo, sino que es la incertidumbre lo que inquieta». Para el analista jefe de la consultora CMC Markets UK, Michael Hewson, el referéndum británico «se suma a varios asuntos que ya preocupan mucho a los inversores», como la ralentización de la economía china o la caída de las materias primas.
Por otra parte, la agencia de evaluación crediticia Moody's ha advertido de que podría rebajar la calificación Aa1 sobre la deuda soberana del Reino Unido en caso de que el país abandonara la UE, a no ser que Cameron pactara un acuerdo comercial bilateral satisfactorio.
Frente a la oposición de sus propias filas y por parte del eurófobo partido UKIP, el primer ministro del Reino Unido cuenta con el apoyo de la mayor parte de la empresa británica, algunos de cuyos representantes más importantes suscribirán mañana una carta en defensa de la permanencia, adelanta hoy el diario «Financial Times».
Entre quienes avalan este manifiesto, están directivos de la petrolera Shell, la aeronáutica BAE Systems, la minera Rio Tinto o la gigante de telecomunicaciones BT, de acuerdo con el periódico. El Partido Laborista, primero de la oposición, ha afirmado que apoyará la permanencia, pero con un argumento que promueva una Europa más social.
En todo caso, los analistas consideran que la campaña previa al referéndum, cuyos términos revelará dentro de unos días la Comisión Electoral, será reñida, lo que aumentará la incertidumbre que tanto inquieta a los mercados e influirá en la cotización de la libra.
La moneda británica ya ha sufrido una caída del 3,9 % este año ante las conjeturas sobre el Brexit y de un 17 % en los últimos dieciocho meses principalmente por la incertidumbre sobre los tipos de interés en el Reino Unido, en el mínimo histórico del 0,5 %. Aunque perjudica a las importaciones, la devaluación de la libra beneficia al turismo y las exportaciones, el sector más débil de la economía británica.