El apoyo inicial del Gobierno y el PP a Soria se transforma en silencio, malestar y decepción por sus explicaciones
15 abr 2016 . Actualizado a las 08:17 h.El caso del ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha estallado cuando las negociaciones para formar Gobierno están bloqueadas y todo indica que habrá nuevas elecciones generales. Supone un golpe importante para Mariano Rajoy, que puede tener consecuencias políticas en el futuro. Da argumentos a los que en el PSOE, con Pedro Sánchez a la cabeza, rechazan de plano una gran coalición y también a Albert Rivera para vetarle como presidente del Gobierno. No solo ahora, sino, lo que es más importante, después de una nueva cita con las urnas, que en estos momentos aparece como inevitable.
¿Han respaldado los ministros y el PP a José Manuel Soria?
Mariano Rajoy, que es amigo personal del ministro canario, ha mantenido silencio en público hasta ahora. Ayer no quiso hablar del asunto, lo que significa que eludió respaldarle. Soria le explicó personalmente por qué su nombre está en los papeles de Panamá. Según fuentes de Moncloa, Rajoy quedó satisfecho y le ofreció su respaldo. Pero fue antes de que ayer apareciera su nombre como administrador de una sociedad en el paraíso fiscal de Jersey. Desde que el lunes se conoció el caso salieron a defenderle los ministros más próximos al presidente, como José Manuel García Margallo o Jorge Fernández Díaz, también Alfonso Alonso o Luis de Guindos. Lo mismo hizo la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. La defensa numantina se ha convertido en mutismo a raíz de la publicación de nuevos documentos que demuestran que Soria no dijo la verdad en sus comparecencias. El apoyo en el PP se ha transformado en malestar ante lo que considera explicaciones confusas e insatisfactorias de Soria. Fuentes de la Moncloa dicen que Rajoy está decepcionado. Soria no acudirá hoy al Consejo de Ministros.
¿Qué trascendencia política tiene el caso del ministro de Industria?
Es un revés más dentro de una auténtica avalancha de casos que afectan al PP, pero de mayor importancia política que, por ejemplo, los de Rita Barberá o del alcalde de Granada, José Torres Hurtado, porque se trata de un ministro, aunque esté en funciones. Aun en el caso de que Soria no haya cometido ningún delito, lo que está por ver y sobre todo por probar, solo el hecho de faltar a la verdad y de tener una sociedad en un paraíso fiscal supone su muerte política. Cada día que pase sin que Rajoy lo aparte supondrá un perjuicio adicional para el PP, que está inmerso ya en la precampaña electoral.
¿Puede influir en las negociaciones para formar Gobierno?
El caso Soria da más argumentos a Sánchez para negarse a la gran coalición y a Rivera para pedir su cabeza como contrapartida a su apoyo a un presidente del PP. En el actual escenario de bloqueo total, es indiferente porque la posibilidad de que Rajoy logre apoyos suficientes para seguir en la Moncloa es nula. Lo relevante es que si hay nuevas elecciones, como es cada vez más probable, tanto el dirigente socialista como el de Ciudadanos se reafirmarán en sus posiciones, lo que complicaría que Rajoy repitiera en la presidencia del Gobierno. Aunque, como apuntan todas las encuestas, volviera a ganar en las urnas e incluso si llegara a la mayoría absoluta con el partido naranja.
¿Cómo puede afectar a Mariano Rajoy?
Lo coloca de nuevo a la defensiva en un momento en que el fracaso del intento de Sánchez de conseguir un acuerdo a tres con Podemos y Ciudadanos le había proporcionado una situación de ventaja política. En una reciente entrevista televisiva aseguró que asumiría la responsabilidad personalmente en el caso de que un ministro nombrado por él hubiera cometido un delito estando en el Gobierno. No es el caso. Pero el coste político es alto. Hay que recordar que Rajoy ha utilizado en muchas ocasiones el ejemplo de Soria para defender su inacción y cautela ante los casos de corrupción que afectan a su partido, recordando que el todavía ministro estuvo imputado y su caso finalmente fue archivado por la justicia. La última vez que el presidente en funciones recurrió a este precedente fue para defender la presunción de inocencia de la exalcaldesa de Valencia, que no ha sido imputada por su condición de aforada como senadora.