El fundador de la compañía cobró ese dinero extra, básicamente, por no irse a la competencia
23 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Aunque la viabilidad futura de Abengoa parece ya garantizada -al menos, a medio plazo- tras el acuerdo entre la compañía y el 75 % de sus acreedores, la polémica sigue rodeando la labor de sus gestores anteriores e incluso salpica a los actuales. Así ocurrió ayer con la declaración de su actual presidente, Antonio Fornieles, quien justificó la elevada remuneración, entre sueldo y conceptos extra, que percibió el que fue fundador de la empresa y, a la vez, quien la dejó prácticamente en quiebra: Felipe Benjumea.
Lo hizo al testificar en la Audiencia Nacional, donde se investiga si las indemnizaciones cobradas por Benjumea (11,5 millones de euros) y su número dos, Manuel Sánchez Ortega (4,5 millones), se ajustaron a la ley o supusieron un abuso dada la delicada situación contable de Abengoa. Fornieles, citado a petición del abogado de su antiguo jefe, coincidió en lo fundamental con él.
Sin embargo, la jueza instructora, Carmen Lamela, considera que esas compensaciones económicas «no se corresponden con las pactadas con la compañía ni son acordes con el estado económico y financiero de la misma». El único dato nuevo que aportó el presidente actual de Abengoa, según fuentes jurídicas, fue el concepto de la indemnización de 4,5 millones que cobró Benjumea: «Cese anticipado y pacto de no competencia postcontractual».
Es decir, que el fundador de la compañía cobró ese dinero extra, básicamente, por no irse a la competencia, pese a que su gestión había quedado claramente en entredicho al conducirla casi a la suspensión de pagos -está en preconcurso desde noviembre-, con una deuda de 19.127 millones de euros.