El Bundesbank abre el melón de las pensiones en la envejecida Alemania
ECONOMÍA

Propone aumentar las cotizaciones y que la jubilación sea a los 69 años en el 2060
16 ago 2016 . Actualizado a las 08:02 h.La sostenibilidad del sistema de pensiones no es un problema exclusivo de España, aunque aquí la situación se antoje bastante más acuciante que en sus socios de la UE. Incluso la poderosa locomotora germana no ha logrado escapar de este delicado debate, que ayer puso sobre la mesa el Bundesbank.
El banco central alemán ha propuesto elevar la edad de jubilación hasta los 69 años para aliviar la creciente carga económica que sufre el modelo de pensiones del país dado el cada vez mayor envejecimiento medio de su población. El aumento, no obstante, sería gradual hasta alcanzar dicho nivel en el año 2060. Los planes actuales del Gobierno alemán ya contemplan una subida de la edad de retiro laboral hasta los 67 en el 2030 (en España será en el 2027), con una contribución de los trabajadores al sistema del 22 %. No obstante, el Bundesbank considera que el Ejecutivo no tiene en cuenta que la relación entre jubilados y trabajadores se ampliará aún más con el paso del tiempo y, para hacer frente a esta realidad, los futuros pensionistas deberían trabajar más años y elevar sus cotizaciones a fin de que la cobertura de esas prestaciones resulte más adecuada. Por eso aconseja subir las cotizaciones hasta el 24 % también en ese horizonte del 2060.
«La confianza en el seguro de pensiones podría reforzarse y la incertidumbre sobre la estabilidad financiera podría reducirse si los parámetros de la edad de jubilación, los niveles de provisiones y las tasas de contribución se pudieran ajustar en el largo plazo», advierte el banco central en su informe. «No se debería ocultar el hecho de que son inevitables nuevos ajustes para garantizar la sostenibilidad financiera -continúa-, no debería ser tabú hablar de una vida laboral más larga». Este cambio viene marcado por los cambios demográficos impulsados por la creciente esperanza de vida y los menores niveles de natalidad registrados en los últimos años en el país, lo que provoca a su vez que el nivel de abastecimiento de las arcas públicas, y por tanto la hucha de pensiones, se haya visto mermado. Asimismo, las mayores aportaciones de los empleados a las arcas públicas también podrían destinarse a otros fines y animar a la propia economía, algo aletargada ahora.
El gasto en pensiones en Galicia rompe un nuevo techo: 576 millones en un solo mes
El gasto del Estado en las diferentes pensiones en Galicia cerró el mes de julio con un nuevo récord de toda la serie histórica: 576,2 millones de euros tuvo que poner para sufragar la nómina de jubilación, viudedad, incapacidad y orfandad, según la Seguridad Social. Al inicio de la crisis, en el 2009, esa cifra estaba por debajo de los 450 millones y hace justo diez años eran menos de 380 millones. Y el incremento no parece que se vaya a frenar a corto plazo.
El grueso de ese desembolso se corresponde con la pensión por retiro laboral, que desde inicios de año supone más de 400 millones (en julio se quedó en 406). A distancia, las prestaciones para viudos y viudas, otros 100.
Aparte del aumento de la esperanza de vida (que hace que se paguen más años las prestaciones), la principal explicación al repunte está en la entrada de jubilados que cobran más que sus antecesores (porque vienen con cotizaciones también más elevadas) y en que esas altas en el sistema son también más que las bajas. Un ejemplo: un gallego que se jubiló en junio percibió de media unos 1.100 euros; en cambio, uno que dejó el sistema por fallecimiento cobraba 780.