La economía española resiste contra todo pronóstico el bloqueo político que vive el país desde el pasado diciembre
05 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.En el Fondo Monetario Internacional (FMI) lo tienen muy claro: ojo, porque las dificultades por las que atraviesa la economía mundial están alimentando una deriva populista contraria a la inmigración y al comercio internacional -especialmente en los países más pudientes- de la que será muy complicado zafarse. Así lo advirtió ayer el organismo en la jornada inaugural de su asamblea anual, que se celebra en Washington.
Y, en Madrid, el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, culpaba a ese mismo populismo, del «mediocre» crecimiento de la economía global, cuyo avance será este año del 3,1 %, una décima menos que en el 2015.
Mientras tanto, la economía española resiste contra todo pronóstico el bloqueo político que vive el país desde el pasado diciembre y que amenaza con desembocar en unas terceras elecciones generales en un año. Y es que la incertidumbre sobre la formación de un Gobierno no afecta, de momento, a la velocidad de crucero de las grandes magnitudes macroeconómicas. El FMI ha constatado esta sorprendente realidad como demuestra su revisión al alza, hasta medio punto, de las previsiones de crecimiento para España en el 2016. En concreto, el organismo internacional eleva del 2,6 al 3,1 % el avance del PIB. La institución que dirige Christine Lagarde también aumenta una décima la previsión del 2017, aunque para ese año el vigor del crecimiento se antoja bastante menor, con el 2,2 %. El inesperado buen comportamiento de la economía española se refleja en que es el país que registra la mayor revisión al alza por parte del FMI en este documento. Crecerá casi el doble que la media de la zona euro (1,7 %) y que las economías avanzadas (1,6 %). Además, se mantiene a un ritmo muy superior al registrado en países como Alemania (1,7 %), Francia (1,3 %) o Italia (0,8 %). También por encima de potencias como el Reino Unido (1,8 %) o EE.?UU.
Pronósticos «agridulces» a juicio de De Guindos, al constatar que el próximo año el crecimiento se ralentizará influido por la desaceleración mundial.
El organismo eleva 5 décimas, al 3,1 %,
la previsión de crecimiento de España