Arriva prevé facturar casi un 40 % más tras comprar Santiaguesa Metropolitana y Aucasa

Arriva Noroeste ha cerrado la compra de Autos Carballo S.A. (Aucasa) y su filial Santiaguesa Metropolitana, compañías con más de medio siglo de historia y propiedad hasta ahora del empresario José Luis Liñares. Aunque las conversaciones comenzaron hace más de un año, y el acuerdo estaba cerrado desde hace unos meses, la operación acaba de formalizarse esta semana, puesto que al estar Arriva integrada en la multinacional alemana Deutsche Bahn (DB) fueron precisas las autorizaciones del Gobierno y las autoridades de competencia de aquel país.

La adquisición -cuyo importe no ha trascendido- supondrá la integración de los 43 empleados de Aucasa y Santiaguesa, con lo que la plantilla total de Arriva en la comunidad asciende hasta los 250 trabajadores. También se incorporan 69 autobuses, de forma que la flota total del grupo pasa a estar compuesta por más de doscientos vehículos.

Con la compra, Arriva Noroeste se hace con las rutas que Aucasa y su filial tienen en concesión, fundamentalmente entre Santiago y la Costa da Morte, con buses que conectan la capital gallega con Carballo, Laxe, Laracha, Camariñas, Malpica o Vimianzo. Enlaces que son claves para Arriva para complementar su mapa de servicios desde Santiago, desde donde ya ofrecía conexiones a Ribeira y la Mariña lucense.

Pero el principal atractivo de las compañías, en términos de rentabilidad, está en las rutas de transporte escolar que opera, fundamentalmente en la zona de Santiago, pero también en Bergantiños.

Aunque se conservarán las dos empresas, pues los trabajadores seguirán vinculados a ellas -el único cambio que se produce es en el accionariado-, no ocurre lo mismo con las marcas, ya que los servicios se prestarán bajo la enseña de Arriva, que irá pintando los autobuses de Aucasa y Santiaguesa para adaptarlos a su identidad corporativa en un proceso que sus responsables explican que será gradual. 

Vuelta a beneficios

La operación se cierra en un momento dulce para Arriva Noroeste, que el pasado ejercicio, coincidiendo con la llegada de Juan Gómez Piña a la dirección general en enero del 2015, consiguió dejar atrás los números rojos que arrastraba desde hace años. Así, las pérdidas de más de medio millón de euros registradas en el 2014 dieron paso a un beneficio cercano a los 1,2 millones. Un saneamiento que el ejecutivo atribuye al plan de racionalización de las rutas pactado con la Xunta, que ha permitido hacer rentables algunos trayectos y minimizar las pérdidas en otros; a la actualización de las tarifas, y al acuerdo de flexibilidad laboral al que llegó con la plantilla, que ha mejorado la eficiencia de la gestión.

Unas cifras que, tras la compra de Aucasa y su filial, esperan mejorar sensiblemente. La previsión de Arriva es que la integración incremente casi un 40 % la facturación del grupo, pasando de los 12,5 millones de euros del año pasado a los 17 con que proyectan cerrar este.

La intención de Arriva, como explica Gómez Piña, es seguir creciendo en Galicia, y por ello estudian ya nuevas vías para ganar tamaño, que pueden venir tanto por la compra de otros operadores del sector, como por la adquisición de ciertas rutas, aunque siempre centrados en su principal zona de actividad, que son las provincias de A Coruña y Lugo.

Dentro de este proceso de expansión, la compañía acaba de trasladar sus oficinas centrales a una nave del polígono de Pocomaco, en A Coruña, donde se han instalado los servicios administrativos que antes operaban en la estación de autobuses de Ferrol. Para dar servicio a la flota proveniente de Aucasa y Santiaguesa, Arriva también ha habilitado una nave en el polígono del Tambre, en Santiago, donde se harán los trabajos de mantenimiento de los autobuses que operan en esa zona, para que no tengan que ir hasta A Coruña.

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