Extel ejecutará el ajuste de plantilla con 107 bajas voluntarias en A Coruña
ECONOMÍA
El comité mantiene su rechazo a la pérdida de empleo estable
05 nov 2016 . Actualizado a las 17:06 h.Cincuenta y cuatro días después, Extel despejó la incógnita y el resultado no cuadra a la plantilla gallega. El ERE anunciado por la empresa el 12 de septiembre afectará finalmente a 107 trabajadores de la plataforma de A Coruña, que se han acogido de forma voluntaria al programa de bajas incentivadas abierto por la dirección tras la ruptura del diálogo con los sindicatos el 20 de octubre. El plazo se prorrogó hasta este mismo miércoles y a primera hora de la mañana de ayer representantes de la empresa comunicaron al comité la ejecución del expediente definitivo, que mitiga la pérdida de empleo prevista inicialmente, 205, pero sigue cargando sobre Galicia el 44 % de las bajas estatales. Detrás del call center de A Coruña irán los de Zaragoza, que ha firmado 80 liquidaciones. Málaga, con 26; Madrid, con 20, y Barcelona, que despedirá a seis trabajadores.
El grupo transnacional Adecco, matriz de la firma subcontratada por Movistar para el servicio de atención al cliente, puso sobre la mesa de los trabajadores una oferta de indemnización equivalente a la establecida por ley para los despidos improcedentes -33 días por año trabajado con un límite, en este caso, de 12 mensualidades-, frente a los 20 días por año de los despidos por causas objetivas en las que se amparó la empresa de telemárketing para justificar el ERE.
Desmantelar centros
«La dirección inventa este criterio de voluntariedad porque sabe que no hay causas objetivas y que de esta manera se sale con la suya. Desmantela los centros, destruye empleo estable y a partir de ahora contratará en precario, por obra o a través de ETT», interpretó David Doural, presidente del comité de A Coruña, que ayer mantuvo la huelga y las concentraciones en el call center del barrio de Matogrande. Doural lamentó un final de conflicto que «en ningún caso puede ser motivo de alegría», e incidió en el desmoronamiento paulatino de la plataforma gallega, que hace dos años empleaba a 1.200 personas y después de este ERE tendrá una plantilla de poco más de 700.
Los representantes de los trabajadores subrayaron además las circunstancias que rodearon el plan de bajas incentivadas propuesto por la empresa, «enturbiadas por coaccións, ameazas e mensaxes para amedrentar aos compañeiros no sentido de que o peor estaba por vir e que máis lles valía que collesen agora a indemnización de 33 días», aseguró Yolanda Martínez, que reconoció tener una sensación «agridulce» después de un mes de incertidumbre y movilizaciones.