El Gobierno no hará nada para bajar la luz

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Fernando Alvarado | EFE

El ministro de Energía descarta reformar el mercado o reducir costes públicos incluidos en la factura para abaratarla, y el presidente Rajoy espera que la lluvia apague el incendio eléctrico

27 ene 2017 . Actualizado a las 10:38 h.

El ministro de Energía, Álvaro Nadal, llegó ayer por la tarde al Congreso de los Diputados, para dar explicaciones sobre el encarecimiento de la electricidad en las últimas semanas en la comisión de Energía, cuando aún retumbaba el eco de las palabras pronunciadas unas horas antes por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. En el transcurso de una entrevista radiofónica, admitió que sí, que había un problema que se llamaba incremento de los precios de la electricidad, pero «se va a empezar a resolver, porque va a llover, está anunciado que va a llover, y eso dará lugar a una bajada». O sea, que la lluvia es la medida estrella del Gobierno para apagar el incendio decretado en el mercado eléctrico. Este determina en torno a un tercio de la factura de la luz de los consumidores.

Con estas polémicas declaraciones en el aire -que tienen su fundamento, porque, efectivamente, la falta de energía hidráulica en el sistema de generación debido a la persistente sequía es una de las causas del encarecimiento-, Nadal trató de explicar las causas y también las soluciones que va a dar el Gobierno porque «compartimos la preocupación social» por la subida de la electricidad. Pero, en resumen, no hará nada. Y menos lo que le pidieron los grupos en la oposición. Ni va a reformar el mercado eléctrico para evitar escaladas como las de las últimas semanas -cambiando, por ejemplo, el sistema de fijación de precios, para que la tecnología más cara no marque la media-, ni va a reducir los costes fijos que los sucesivos Gobiernos decidieron introducir en la factura, y que representan una cuarta parte del recibo. Ni tampoco a bajar el IVA del 21 %, tres puntos por encima de la media europea, según la Agencia Internacional de la Energía.

Todo el pescado vendido

Nadal explicó que ya habían hecho todo lo que habían podido por los consumidores congelando este año los peajes, como se denominan esos costes fijos. Y aquí aprovechó para cargar contra la política energética de sus predecesores socialistas al culpar al desarrollo desmedido de las energías renovables a cambio de primas de las desgracias actuales. «Por eso tenemos uno de los recibos más caros de Europa», reprochó. Esas subvenciones son algunos de los cargos fijos que los consumidores están pagando en el recibo. Pero hay más, entre otros, los incentivos que el ministerio concede a las industrias para rebajar su factura eléctrica, y las retribuciones a las empresas por el transporte y distribución de electricidad.

Volviendo al funcionamiento del mercado eléctrico mayorista, Nadal defendió que estaba en consonancia con el de otros 22 en toda Europa y, por tanto, que estaba perfecto. «Nadie plantea un cambio del actual sistema marginalista» -el que hace casar los precios de las distintas tecnologías de modo que la última en entrar, la más cara, marca la media-. Y España tampoco, le faltó añadir.

A lo único que está dispuesto a meter mano el Gobierno es al mercado organizado del gas. Las cotizaciones de la electricidad en el mercado se dispararon tanto en las últimas semanas (más de un 100 % con respecto a enero del 2016) porque los ciclos combinados fijaron los precios finales. Y el gas natural que utilizan para generar energía está por las nubes. El ministerio meterá mano a ese capítulo para dinamizar el mercado y tratar de evitar estos subidones. ¿Cómo? Obligando a los operadores a acudir al mercado organizador del gas (Mibgas) en lugar de hace negocio por su cuenta con los suministradores.

Con esa reforma técnica, cuya eficacia no convence al sector, pretende Nadal acabar con unas fluctuaciones que este mes están siendo históricas. Pero no de récord, recordó el ministro. Puntas de precios como las actuales se vivieron en los años 2005, 2006, 2008 y 2013. «Estos episodios acaban siempre remitiendo y espero que este lo haga pronto», pero «van a volver a darse», admitió el propio ministro de Energía. De momento, la electricidad baja hoy un 13 % hasta 75,93 euros el megavatio hora.

Un cúmulo de causas

El ministro de Energía se esmeró en explicar las diferentes causas de tal incremento del mercado eléctrico, tanto del español, como de otros europeos. Como las fuertes subidas experimentadas por los combustibles: el gas natural es un 172 % más caro que en septiembre; y el carbón, un 124 %. También un aumento de la demanda por la ola de frío y las necesidades energéticas de Francia, con el 10 % de la potencia nuclear instalada parada. En este sentido, Nadal avanzó que, gracias a la electricidad española, el país galo evitó la semana pasada cortes de luz.

Todos estos factores internacionales se combinaron con problemas de abastecimiento de gas natural argelino, que obligó a comprar combustible más caro para atender la demanda; y con una «preocupante» caída en picado de la energía hidráulica -«la más barata»- por la sequía.