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La americana Lear vuelve a Vigo tras comprar Antolín Asientos

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

XOAN CARLOS GIL

Se deslocalizó a Polonia en el 2004 dejando 70 despedidos en Galicia, y ahora regresa como dueña de dos fábricas

07 feb 2017 . Actualizado a las 12:24 h.

 La vida da muchas vueltas en la industria de la automoción. Lear Corporation, multinacional de componentes que en el 2004 se deslocalizó de Vigo para fabricar más barato en Polonia, regresa a Galicia tras adquirir la división de asientos para coches de Grupo Antolín, que cuenta con plantas en Vigo y O Porriño, y dos más en Portugal. Todas son proveedoras de PSA.

La adquisición, valorada en 286 millones, se formalizó ayer, aunque llevaba semanas siendo tema de conversación entre los trabajadores gallegos. Había inquietud por las consecuencias de la venta, pero la forma en que se ha cerrado ha tranquilizado a las plantillas de todos los centros de Antolín Asientos de España (tres en Burgos y uno en Martorell, además de los dos gallegos). «No hay razón para la preocupación, por el momento. Los contratos con PSA para los nuevos modelos están firmados y esa es la mejor garantía de empleo», dicen en el sector. «Esperamos que venga con intención de consolidar el negocio, ampliarlo y realizar inversiones», advierten los sindicatos.

Lear, que tiene sede en Míchigan, explicó que la compra de este negocio de Grupo Antolín, con sede en Burgos y operaciones en media docena de países europeos, le permite mejorar su posicionamiento entre los proveedores de fabricantes del continente como PSA, Daimler, Renault Nissan y Volkswagen.

La compra «ampliará nuestra capacidad y acelerará el crecimiento de nuestras ventas» al tiempo que «diversifica aun más nuestra actividad global de asientos», indicó el presidente de Lear, Matt Simoncini.

La firma americana, que recientemente adquirió la división de interiores de Magna, fue una de las primeras multinacionales que llegó a Galicia como proveedor de PSA. Pero también fue de las primeras en deslocalizarse con la entrada de nuevos socios a la UE con mano de obra más barata. El cierre de su división de cableado en Vigo dejó en la calle a 70 trabajadores.