Saracho, 5 desafíos desde el día 1 en el Banco Popular

Rubén Santamarta Vicente
rubén santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

ed carosia

Desde este lunes será el presidente del Popular, con la acción en mínimos y sin despejarse aún el futuro del banco

18 feb 2017 . Actualizado a las 08:35 h.

Se desconoce aún si Emilio Saracho (Madrid, 1955) acudirá este lunes al recinto de Ifema, en la capital. Allí, esté o no presente, será el hombre más citado de la junta de accionistas extraordinaria del Banco Popular. Lo será con permiso de otro ausente, este seguro, el santiagués Ángel Ron, que ese mismo día dejará su cargo como presidente, en un consejo de administración previo a la junta.

Saracho será elegido primero consejero y luego máximo directivo, aunque oficia en la sombra desde hace tiempo, dicen dentro del banco. Lleva semanas acudiendo a la sede central del Popular, absorbiendo información, reuniéndose con consejeros y conociendo a fondo la institución. Desvinculado ya de JP Morgan, donde era uno de los vicepresidentes, el mismo lunes se le aprobará un salario de 1,3 millones de euros. Y a partir de este día 20, tocará tomar decisiones de frente. Estos son los cinco grandes desafíos para el rector de un banco clave en Galicia (opera como Pastor), donde emplea a un millar de personas, tiene 60.000 accionistas y ostenta la segunda mayor cuota de mercado.

¿Preservar el modelo o dar un revolcón?

Saracho llega con manos libres para poder actuar. Es un presidente con mando ejecutivo. Viene de una entidad con visión global a una con un fuerte asentamiento local. Llega tras ejecutarse un fortísimo saneamiento y presentar unas pérdidas récord en el 2016. Tendrá que decidir si seguir adelante con el plan de futuro diseñado por el consejero delegado, Pedro Larena (ese puesto no se ha puesto en cuestión), centrado en la banca de pymes, o dar un revolcón. Esto último supondría, por ejemplo, abandonar el proyecto de creación de un banco malo interno con los activos inmobiliarios. Y no es descartable.

¿Mantener la política de las cláusulas suelo?

La entidad habilitará en las oficinas, desde este martes, un procedimiento para que los afectados puedan reclamar la supresión de la cláusula suelo y pedir una compensación por los años en que se ha cobrado de más por la hipoteca. La política del banco hasta ahora ha sido que, pese la sentencia de la UE, resolverá caso por caso, porque tiene tanto sentencias en contra como a favor. No habrá café para todos los afectados... salvo que el presidente ordene lo contrario.

¿Ampliar capital o no?

Los accionistas del Popular han tenido que cubrir los agujeros del banco a pulmón, por más de 5.000 millones en los años de la crisis bancaria, sin que se hayan visto recompensados. La acción sigue por los suelos (84 céntimos) y los especuladores hacen su negocio. En el mercado se cree que tendrá que abordar otra ampliación para aumentar el saneamiento y dar estabilidad. ¿Lo resistirán los accionistas? Eso, además, abre la puerta a una opa desde el exterior cuando el banco está tan barato.

¿Cambiar el consejo o mantenerlo?

El banco vivió un 2016 para olvidar: una fortísima ampliación de capital, un ERE, la marcha del consejero delegado, una reestructuración de la red... Pero el ruido no lo pusieron las protestas de la plantilla sino la guerra interna en el consejo que terminó por salir a la luz. Un jaleo encabezado por la familia mexicana Del Valle, inversor de referencia. Alcanzó tal intensidad la batalla que se llevó por delante a Ángel Ron, tras perder la confianza de casi todo el consejo, e incluso de los supervisores. La propuesta de Saracho, por unanimidad, ha calmado ese punto, pero es cierto que el nuevo presidente tendrá que medir bien los apoyos, visto lo visto. Es plausible que reorganice el órgano de gobierno del banco.

¿Independencia o integración?

Al final todo termina convergiendo ahí. Dicen quienes han hablado con Saracho que no ha dado pista alguna sobre lo que quiere hacer. Menos aún si llega con el mandato de preservar la independencia o con la de buscar un buen comprador que permita que los accionistas recuperen valor. En el mercado hay apuestas para todos los gustos. Se verá con el tiempo.