La Xunta lanza un sello de calidad para evitar el fraude en la venta de carne

Xoán Ramón Alvite Alvite
Xoán Ramón Alvite REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

ALBERTO LÓPEZ

Distinguirá los bueyes y vacas criados en Galicia con unos estándares certificados

14 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Vender como buey lo que realmente es vaca o comercializar como carne gallega producto foráneo tiene los días contados. Al menos, ese es uno de los principales objetivos con los que arranca la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Vaca e Boi de Galicia, una etiqueta de calidad que, en breve, empezará a certificar la carne de aquellos animales de vacuno mayor criados, engordados, sacrificados y despiezados en la comunidad que cumplan con unos determinados parámetros.

Entre ellos, los de pertenecer a las razas rubia gallega, morena gallega, asturiana de los valles, limusina, rubia de Aquitania, frisona o pardo alpina, ya sea en pureza o cruzadas entre sí. Del mismo modo, la normativa que regula esta nueva IXP, ya aprobada a nivel nacional, también establece una edad mínima a la hora del sacrificio y un determinado grado de engrasamiento de los canales que busquen acogerse a esta certificación de calidad.

En este sentido, las vacas no podrán ir al matadero hasta que hayan completado una gestación -en el entorno de los tres años- y los bueyes hasta haber cumplido los cuatro, tras haber sido, eso sí, castrados en los doce primeros meses de vida. En cuanto al nivel de engrasamiento, factor fundamental para garantizar las condiciones organolépticas de la carne, se determina un grado mínimo de 3, en una escala de cinco, para las vacas y de 4 para los bueyes.

Del mismo modo, también se establece la denominación «selección» para aquellos canales que destaquen por su conformación y por el entreverado de su grasa, que debe ser de color amarillo anaranjado.

«A través deste selo de calidade, preténdese acabar cunha etiquetaxe fraudulenta no uso de termos como carne, vaca ou boi galegos, entre outras. A partir de agora, será necesario demostrar a rastrexabilidade destes produtos e que cumpren as características que se establecen no prego de condicións», apuntan desde la Consellería do Medio Rural, al tiempo que señalan que esta nueva indicación se suma a la Ternera Gallega, existente desde 1994, pero limitada para animales de menos de 18 meses y que cada año certifica en torno a 90.000 canales y 20.000 toneladas de carne. 

Normas de alimentación

La normativa de la IXP, que en breve será enviada a Bruselas para su aprobación a nivel comunitario, también establece otros parámetros, como las condiciones alimenticias que deben cumplir los animales susceptibles de ser certificados. En este sentido, se señala que la alimentación de las reses debe basarse en el pastoreo, el consumo de forrajes -tanto en fresco como conservados- y en el aprovechamiento de otros recursos propios de las explotaciones, como cereales en grano, patatas o nabos. El uso del pienso, permitido durante toda la vida del animal, se recomienda, sin embargo, para el período de acabado de los animales, en sus últimos seis meses de vida.

Durante el año pasado se sacrificaron en Galicia algo más de 130.000 vacas y 11.000 bueyes, lo que permitió la comercialización de más de 13 millones de kilos de carne. Los promotores de la IXP se dan un plazo de ocho años para conseguir que, de esta última cantidad, en torno a ocho millones y medio de kilos de vacuno mayor se certifiquen con el marchamo de calidad Vaca o Boi de Galicia.

Del mismo modo, se espera que un total de 10.000 explotaciones, entre cárnicas y lácteas, puedan acogerse a este distintivo.