Manuel García: «Queremos ser un referente nacional en biomasa y eólica»

d. casas REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

AMADOR LORENZO

La compañía gallega de servicios forestales Greenalia, de la que Manuel García es consejero delegado, da el salto a las renovables y busca financiarse en el MAB

17 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El grupo de empresas (casi una veintena) que aglutina la gallega Greenalia está listo para dar un salto cualitativo en su plan industrial: las energías renovables. Ese paso, dicen sus responsables, le permitirá en los próximos tres años triplicar su facturación, a partir de las nuevas líneas de negocio como promotor y productor de energía. Lo hará desde la planta de biomasa que construirá en Curtis (50 megavatios) y los parques eólicos de 133 megavatios que se repartirán por Galicia, conseguidos en la últimas subasta del Ministerio de Energía, el pasado julio. Un impulso que obligará a modificar la estructura financiera de la compañía con su próxima cotización en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), donde pretende captar unos siete millones de euros, y la emisión de deuda por una cantidad similar a través del bono verde en Luxemburgo.

-Un gran cambio para una empresa de origen familiar como la suya...

-Además de los servicios forestales, de logística e industriales en este segmento, ahora nos incorporamos como promotores y productores de energía eléctrica a partir de la planta de biomasa de Teixeiro y los parques eólicos. Queremos convertirnos en un referente nacional en ambos. Es una potencia que saldrá íntegramente de Galicia, hacia donde tenemos orientados todos nuestros recursos.

-Una ampliación del negocio y nuevos modelos de financiación para afrontar proyectos energéticos: la próxima salida al MAB y emisión de deuda. Cambios de enorme envergadura para hacer frente a 200 millones de inversión hasta el 2020.

-Para nosotros no supone cambios en la gestión ni en los sistemas de control, porque ya tenemos esos procedimientos incorporados al modelo administrativo y funcionamos como una cotizada. Estamos auditados por una de las cuatro principales consultoras y lo que necesitamos son socios financieros que busquen rentabilidad, pero sin participar.

-¿Suponen una garantía los ingresos regulados que recibirán del Ministerio de Industria por la futura planta de biomasa?

-Confiamos en que este mes nos concedan la autorización administrativa para el inicio de las obras, que se extenderán durante dos años. En el primer trimestre del 2020 debe estar en marcha para conectarnos a la red y dispondremos de unos 920 millones de euros de ingresos regulados durante 25 años por la venta de energía. Es el resultado de la subasta de 200 megavatios de biomasa que realizó la Administración el año pasado y por la que obtuvimos 50. Hablamos de una inversión de 130 millones, una parte de los cuales tendremos que financiar nosotros con fondos propios. Para eso salimos al MAB.

-¿Está el mercado energético más tranquilo después de la incertidumbre que se generó tras los cambios que hizo el Gobierno con las renovables?

-Hoy por hoy, todos los fondos europeos y americanos están invirtiendo en el sector energético español, con gran interés porque los fallos regulatorios ya se han corregido y es más seguro y maduro que antes.

-El 2020 significará un antes y un después para la compañía porque también tendrán que estar operativos los parques eólicos. ¿Hay tiempo?

-Los parques deben estar en funcionamiento en diciembre del 2019 y los haremos en Galicia. Tenemos varias ubicaciones en las provincias de Lugo, A Coruña y Pontevedra, y seleccionaremos las áreas de mejor viabilidad para la conexión energética. Invertiremos alrededor de los cien millones de euros a partir del año próximo.

-¿Cómo se reflejará en sus cuentas la ampliación del negocio? ¿Aumentarán plantilla?

-Sin duda. En nuestras previsiones, con los parques eólicos y la planta de biomasa en marcha triplicaremos nuestra facturación [a cierre de este año, se situará en los 35 millones], por encima de los 100 millones de euros: 80 solo con la biomasa y el resto de actividades de los servicios forestales. Y sobre el empleo ocurrirá algo parecido. En la actualidad, la plantilla está formada por 40 trabajadores y calculamos que generamos unos 100 inducidos. Cuando la planta de biomasa entre en funcionamiento sumará otros 40 empleos directos más, pero la actividad que lleva aparejada podría movilizar más de 700 trabajadores de distintos segmentos.