La Xunta salva su recaudación fiscal con los ingresos de la lucha contra el fraude

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

XOAN A. SOLER

Se anota 571 millones por sus impuestos y registra la primera subida en tres años

12 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La Administración gallega ingresó el pasado año 571,1 millones por el cobro de los impuestos autonómicos, según los últimos datos actualizados que maneja Facenda. Esta cantidad es casi un 5 % superior en relación al 2016, un incremento que llama la atención en un contexto de bajada de impuestos, sobre todo el de sucesiones, que es el que grava las herencias. Esta aparente paradoja se explica en el plan especial de lucha contra el fraude. Una estrategia que ha permitido que se destaparan 32,2 millones de euros más por los trabajos de inspección y que se suman a una deuda ordinaria no declarada en el 2017 de 114,2 millones de euros, según los datos de la Axencia Tributaria Galega (Atriga). De no haber aflorado esos 32,2 millones a mayores, habría vuelto a bajar la recaudación fiscal global; en cambio, sube por vez primera en tres años.

Los datos de Facenda muestran que los ingresos por sucesiones siguen cayendo, por el efecto de la bajada fiscal que entró en vigor el 1 de enero del 2016. En relación al 2014, por ejemplo, Facenda ha dejado de recaudar más de 100 millones, cantidad que intenta compensar con el afloramiento de deuda no declarada. Con todo, la previsión de la Xunta es que los ingresos por el impuesto de sucesiones sigan bajando en el 2018. La recaudación de Facenda en el 2017 también mejoró en el impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, sobre todo, por la reactivación del mercado de compraventa de vivienda. Este tributo vuelve a ser la principal fuente de ingresos (256 millones en el 2017) y supone prácticamente la mitad de los tributos autonómicos.

El incremento de la recaudación en patrimonio, que pasa de 71 a 78 millones, responde principalmente al plan de lucha contra el fraude, y lo que pudo aflorarse en el 2017. Un informe recientemente presentado al Consello de la Xunta por la Atriga muestra que el pasado año Facenda logró destapar una deuda no declarada de más de 144 millones.

Ese mismo documento muestra que el 91 % de las autoliquidaciones revisadas por la Administración gallega eran correctas y no necesitaban modificaciones, un porcentaje que era prácticamente idéntico en el 2016 a pesar de que entonces las revisiones aumentaron un 21 %. En total se comprobaron 325.000 autoliquidaciones del impuesto de transmisiones patrimoniales y de sucesiones.

La Atriga también constató que a lo largo del pasado año se concedieron menos aplazamientos y fraccionamientos del pago de impuestos, lo que obedecería a la mejoría económica.