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La renovación del bono social de la luz desborda las oficinas de Fenosa

f. f. REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Oscar Vázquez

Cientos de clientes se apresuran a tramitar el descuento en la factura temerosos de agotar el plazo del 10 de abril, sin saber que el ministerio lo ha ampliado hasta octubre

05 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El martes que viene acababa el primer plazo oficial marcado por el Ministerio de Energía para que todos aquellos clientes de las compañías eléctricas que disfrutan del descuento del 25 % en la factura de la luz, que proporciona el llamado bono social, lo renovasen. En Galicia hay en torno a 250.000 beneficiarios, la más que inmensa mayoría (224.645) abonados de la compañía Gas Natural Fenosa. Y las oficinas que la empresa mantiene en las principales ciudades gallegas llevan semanas desbordadas, atestadas de clientes temerosos de que se les agote el plazo y, por tanto, de quedarse sin el bono. No se han enterado de que el Ministerio de Energía lo ha ampliado hasta octubre. Normal. Porque el departamento dirigido por Álvaro Nadal comunicó la prórroga el jueves 22 de marzo, en la antesala de la Semana Santa, tiempo de vacaciones.

Pero las oficinas de Fenosa están llenas también por lo complicado del papeleo para solicitar y obtener el descuento. El ministerio ha cambiado completamente las condiciones para disfrutar de él. Solo podrán conservarlo las familias con menores ingresos -se detallan en la tabla anexa- y todas las numerosas. Por eso, ahora los clientes tienen que aportar un montón de documentos. Y no solo económicos. También otros como el libro de familia, una fe de vida o un certificado de empadronamiento, que solo se pueden obtener en los registros civiles de los juzgados, donde los funcionarios llevan varios meses en huelga. Este conflicto laboral está complicando todavía más unos trámites de por sí de lo más engorroso. De hecho, el ministerio amplió el plazo seis meses porque hasta los formularios de solicitud del bono social son tan enredados que ha decidido simplificarlos.

El Registro Civil de Vigo también está registrando colas de solicitantes de fes de vida.

El colapso es patente en las oficinas de Gas Natural Fenosa de Ferrol, Santiago, Vigo, Lalín, Vilagarcía, Ourense y A Coruña. También en la que posee la compañía Viesgo en Foz, desde la que atiende a toda A Mariña, donde la comercializadora es hegemónica.

En la sede de Fenosa de Vilagarcía, un señor mayor, de nombre Carlos, aseguraba ayer que conseguir el bono es un viacrucis: «Hay que traer de todo. Hasta fe de vida, e ir al juzgado a buscar papeles». María Esther, otra jubilada, contaba con zanjar ayer todos los trámites: «Pero tengo que volver otra vez, ya no sé cuántas veces he venido. Ahora resulta que me falta la firma de mis hijos», sentenciaba visiblemente enfadada.

«Son unos trámites muy complejos», lamentaba María López, una de las clientas que hacían cola en la oficina de Ferrol. Acompañaba a su madre en un proceso que las obligó a salir de la oficina en varias ocasiones para hacerse con más documentación. «Tienes que traer muchos papeles, como el libro de familia, y si no los tienes la cosa se complica, pero no me parece tan mal», precisaba otro jubilado.

Las compañías han desplegado una intensa campaña informativa entre sus clientes sobre el modo de renovar el descuento o de solicitarlo por primera vez. Se puede pedir y tramitar en persona, por teléfono y a través de correo electrónico.

Con información proporcionada por Cándida Andaluz, Rosa Estévez, María Cuadrado, Marga Mosteiro, Pablo Viz, Marta Gómez, Beatriz Abelairas y Alberto Mahía.

No al corte de luz por impago

f. f.

El bono social existe desde el 2009. Se concedía a parados, pensionistas, familias numerosas y consumidores que tuviesen contratada una potencia inferior a tres kilovatios en su primera vivienda. En la actualidad hay 2,3 millones de beneficiarios, en su mayoría pertenecientes a esa última categoría, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Desde octubre pasado rigen unas nuevas condiciones que podrían dejar fuera a miles de beneficiarios. Se aplican criterios de renta aprobados por el Ministerio de Energía, de modo que, en teoría, disfrutarán del descuento solo aquellos hogares que más lo necesiten. De todos los casos previstos, el tope de salario está fijado en 1.300 euros mensuales, y eso para una familia con dos hijos menores a su cargo. Y de ahí para abajo. Hay una sola excepción: las numerosas, que tendrán derecho a solicitar y obtener el descuento del 25 %, ingresen lo que ingresen. En Galicia hay casi 24.000 inscritas en el registro de la Consellería de Benestar Social.

Además, se amplía de dos a cuatro meses el plazo para ejecutar los cortes de luz por impago en la mayor parte de los supuestos y se prohíben del todo en los hogares de los consumidores considerados vulnerables severos, que están atendidos por los servicios sociales municipales o autonómicos.

El Ministerio de Energía ha habilitado un período de transición para que convivan los dos modelos de bono social. En principio dio seis meses de plazo, hasta el 10 de abril, que se han convertido en doce. Hasta octubre, los actuales beneficiarios conservarán su condición, aunque no reúnan las nuevas condiciones económicas. Y los que sí entren en los criterios de renta establecidos podrán solicitar la renovación durante los próximos seis meses.

El descuento estrenará también como novedad una limitación del consumo bonificado.