El Gobierno considera el eucalipto una especie clave para el desarrollo del medio rural gallego

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

VITOR MEJUTO

Desoye a su propio comité científico, que pedía erradicarlo y catalogarlo como especie invasora

06 abr 2018 . Actualizado a las 15:43 h.

Tal vez nunca una causa defendida por un pequeño ayuntamiento había abierto una grieta tan grande en un departamento gubernamental. La cruzada del municipio coruñés de Teo contra el eucalipto llegó al Ministerio de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, y logró algo que parecía impensable: que un comité científico que asesora al propio ministerio respaldara el argumento del ayuntamiento de que se trata de una especie invasora que debe erradicarse. Un posicionamiento de sus asesores que dejó perplejos a funcionarios del departamento de Isabel García Tejerina, contrarios a incluir el eucalipto en el catálogo de especies invasoras -donde sí está la acacia-, y que desembocó en una contundente respuesta. En otro informe, el Gobierno central no solo desacredita ese documento, que califica de tendencioso y al que desprecia por estar sustentado en opiniones «personales y políticas», sino que zanja la controversia con un argumento relevante para Galicia: el ministerio da al eucalipto un papel estratégico por su contribución al desarrollo rural.

Fuerte impacto social

«El eucalipto representa el 18 % de la superficie forestal de Galicia, pero aporta el 60 % de los ingresos a más de 80.000 propietarios forestales y a miles de trabajadores rurales y a cientos de empresas; unos ingresos que redundan en el cuidado del monte y en la reducción de los gastos de extinción, al disponer de masas gestionadas con estructuras más resistentes al fuego», argumenta el informe del ministerio en su apartado de conclusiones.

El del Ejecutivo es un posicionamiento de carácter simbólico, puesto que son las comunidades las que tienen competencias normativas para regular nuevas plantaciones, pero socialmente relevante en una comunidad donde hay sectores sociales que ven en esta especie una gran parte de los males del medio rural, azotado por el fuego. El documento de la Subdirección General de Política Forestal, fechado el pasado diciembre, recuerda que la «extensión del cultivo de eucalipto en determinadas zonas corresponde a un interés socioeconómico por los beneficios que proporciona a sus propietarios».

Con esto, el ministerio trata de argumentar que el crecimiento de la especie no es por su carácter invasivo, sino por la elección de propietarios que seleccionan este cultivo de forma preferente por su condiciones de rentabilidad, es decir, por motivos socioeconómicos. En las conclusiones del informe que responde el dictamen de sus científicos asesores, el ministerio recuerda que las plantaciones de eucalipto juegan un «rol fundamental en el desarrollo rural de la cornisa cantábrica, que están sometidas a una estricta regulación para su plantación y uso» y que la especie no se puede considerar invasora, al no existir ni base ni consenso científico para esta declaración.

El documento no solo reprueba el dictamen científico de los asesores, sino que sirve para desestimar todos los puntos que plantea el Concello de Teo. Y dedica precisamente un apartado a analizar la relación existente entre esta especie y los fuegos. En relación con los daños producidos por los incendios forestales en Galicia, se indica que, durante el período 2000-2013, la incidencia media de los fuegos sobre los eucaliptales fue del 7,8%, proporción que contrasta con el 18% de ocupación del eucalipto en la superficie forestal de la comunidad gallega.

«Idas preconcebidas»

El informe, que llega en pleno debate sobre el nuevo plan forestal de la comunidad, da cuenta de cómo, de los 19 distritos de Galicia, los que tienen menor incidencia y superficie quemada son precisamente los que acumulan cerca del 50 % de las existencias de eucalipto que hay en la comunidad. «Los grandes incendios forestales que se producen en Galicia afectan especialmente a las zonas de influencia mediterránea, ubicadas principalmente en Ourense, donde predominan las formaciones de matorrales y son muy escasas las plantaciones de eucalipto», subraya el trabajo de la Subdirección de Política Forestal.

Lejos de respaldar las demandas del municipio de Teo en su cruzada contra la especie, el Gobierno reprende con dureza al comité y su dictamen, un informe que a su juicio ha estado influido «por ideas preconcebidas, juicios de valor y postulados subjetivos alejados del método científico en el que debería respaldar sus conclusiones». Y recuerda que las plantaciones ya tienen una gestión profesional.

El debate sobre el eucalipto

 A favor

El malévolo eucalipto invasor

Enrique valero

Declaramos la camelia árbol de las Rías Baixas, viniendo de China, las mismas rías que se repueblan de almeja japónica, maduramos nuestros vinos en roble americano o la invasora vaca frisona ha hecho desaparecer a la rubia gallega. Estos son algunos de los numerosísimos ejemplos en los que agricultura, ganadería, acuicultura o forestal están colmatados de especies foráneas. Sin embargo, cada vez que se habla del eucalipto es el alien fruto y origen de todos los males... Sigue leyendo aquí el artículo

 EN CONTRA

Negar lo evidente

Javier Guitián

... El debate no es, pues, eucalipto sí o eucalipto no. El debate es sobre la planificación de la política forestal, sobre la diversificación de la cubierta vegetal y sobre el cumplimiento de las actuales leyes sobre plantaciones, y si no lo entendemos así seguiremos otras cuatro décadas discutiendo y, lo que es más importante, destruyendo la riqueza natural y el paisaje de nuestro país. El debate es, en resumen, qué intereses impiden que esos objetivos se aborden... Sigue leyendo aquí el artículo 

TU OPINIÓN

Medio Rural aboga por un crecimiento limitado para las próximas dos décadas

El acuerdo aprobado por el Concello de Teo contra la eucaliptización y que el municipio coruñés llevó hasta el ministerio parece obviar un hecho: en la comunidad gallega ya está vigente la Lei de Montes del 2012, que en su artículo 67 establece de forma clara que solo se pueden plantar eucaliptos en las parcelas de monte actualmente ocupadas por matorral o bien donde haya pino, tras su corta. Pero en ningún caso en tierras agrícolas ni en monte con frondosas caducifolias.

A esto se añade que el Plan Director de la Red Natura 2000 en Galicia, desarrollado por un decreto de marzo del año 2014, ya prohíbe nuevas plantaciones de eucalipto en las superficies que están incluidas en los propios espacios de la red.

En su revisión del Plan Forestal de 1992, una propuesta que la Xunta todavía no ha podido consensuar con la cadena de valor - que ha mostrado su rechazo al documento-, Medio Rural apuesta por limitar la expansión de esta especie durante las dos próximas décadas.

De las 125.000 nuevas hectáreas con las que prevé repoblar el monte gallego hasta el 2038, 100.000 se plantarían con pinares y frondosas caducifolias, y 25.000 con eucaliptos.

Aunque están abiertas las negociaciones, la Xunta todavía no ha podido consensuar con la cadena de valor una estrategia clave para esta legislatura, sobre todo después de que el presidente Feijoo asegurara que esta sería la legislatura del rural. El sector considera que el Plan Forestal y su revisión deben incluir un inventario de los recursos y una estrategia clara para su puesta en valor, además de medidas fiscales que favorezcan la inversión en el monte gallego.

Feijoo pide cambios legales para calificar de terrorista incendiario a quien prende el monte

j. c.

El presidente de la Xunta pidió ayer un cambio legal para que los incendiarios puedan enfrentarse a cargos de terrorismo, más drásticamente penados que los tipos a los que se enfrentan en la actualidad. «Coñezo o Código Penal, e sei que non se pode falar desde o punto de vista técnico xurídico de terrorismo incendiario: o fiscal [superior de Galicia, Fernando Suanzes] ten razón, non se pode falar», admitió Alberto Núñez Feijoo sobre la comparecencia de Suanzes en la comisión de incendios del Parlamento de Galicia. «Por iso nós -propuso- defendemos que haxa as modificacións legais axeitadas para que se poidan tipificar esas actuacións intencionadas que poñen en risco bens, patrimonio e vidas de persoas, para que se poidan cualificar como delitos de terrorismo incendiario. Iso ten que ter unha consideración máxima no Código Penal». Feijoo descartó que detrás haya «tramas incendiarias». «Se o fiscal di que hai altísima intencionalidade e considera que o 87 % son intencionados, concordo. O Goberno que eu presido nunca falou de tramas, dixérono outros Gobernos».