Una de cada cuatro gasolineras gallegas ya son independientes de las petroleras

f. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

XAIME RAMALLAL

Ganan peso en la comunidad, pero no logran aún tirar los precios hacia abajo

11 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El sector de los hidrocarburos camina pasito a pasito hacia la verdadera economía de mercado. El año pasado abrieron en España 200 nuevas estaciones de servicio de marca blanca, es decir, son independientes, no pertenecen a las cinco grandes petroleras (Repsol, Cepsa, BP, Galp y Saras). Son pequeños Davides contra Goliats que también avanzan a cuentagotas en Galicia. Según los datos proporcionados por la Consellería de Industria, durante el 2017 se estrenaron en el mercado quince negocios de ese tipo, con los que ya hay 170 gasolineras independientes en toda la comunidad. Son pocas aún, pero representan ya el 24 % del total (714). De momento, no han conseguido que Galicia se baje del podio de las comunidades que venden los carburantes de automoción más caros de España. Porque de eso se trata. De que las estaciones independientes revienten los precios de venta de los combustibles.

El nuevo presidente de la asociación española de operadores de productos petrolíferos (AOP), Luis Aires, elegido en diciembre pasado por una patronal que agrupa a las cinco grandes compañías antes mencionadas, dio hace unas semanas unas pinceladas del comportamiento del negocio el año pasado (el informe definitivo todavía no es público). Y avanzó que España tiene ya 11.495 gasolineras. Son 200 más que en el 2016, y casi todas ellas son independientes. Aires explicó que ese fenómeno de las marcas blancas sigue en auge, aunque matizó que ha perdido algo de fuelle. El presidente de la AOP aclaró que ese fenómeno fue consecuencia de la crisis económica, cuando miles de conductores buscaron ahorrarse unos euros al repostar parando en las estaciones no abanderadas. Expenden el carburante más asequible a costa de los márgenes de beneficio y porque sirven un combustible más básico, que cumple con los estándares de calidad que impone la normativa, pero que carece de los aditivos que mejoran el producto y que sí utilizan las grandes marcas.

Aires especificó que el crecimiento de esas gasolineras más baratas se ha estabilizado ya en otros países europeos, pero «aquí aún no», aunque «llegaremos a una racionalización». El presidente de las petroleras auguró que la verdadera lucha de precios en el mercado se producirá cuando una estación independiente se instale enfrente de otra que también lo es. Entonces sí habrá más competencia en el sector, reconoció.

La demanda de precios más baratos se alió con una modificación, en el 2013, de la ley de hidrocarburos para forzar la introducción de más operadores en el negocio y limitar la cuota de mercado provincial que puede estar en manos de una misma compañía. Si posee el 30 %, ya no podrá abrir más estaciones.

Además, la Xunta emprendió su propia cruzada contra las petroleras hegemónicas, cuando, en el 2014, el presidente Feijoo directamente las acusó de pactar los precios para que estos fuesen caros en la comunidad. Al año siguiente publicó un decreto que agilizaba la tramitación para abrir estaciones de servicio con el objetivo de impulsar la entrada de nuevos competidores en el mercado. Este año se han registrado otros ocho proyectos, según Industria.

«No tenemos nada que ver con los precios» de la gasolina

Luis Aires avanzó los primeros datos genéricos sobre las nuevas estaciones de servicio que abrieron en España el año pasado en un desayuno de trabajo en el que estuvo acompañado por el nuevo director general de la AOP, Andreu Puñet, que desarrolló casi toda su carrera profesional en Repsol. Aires procede de BP. Fue Puñet el encargado de responder a la pregunta del millón: ¿Por qué los carburantes en Galicia son los más caros de España? Replicó que desconocía que eso fuese así, para a continuación desvincularse de los dictados del mercado: «No tenemos nada que ver con los precios, cada propietario [de gasolinera] pone los que quiere, no hay indicaciones».

Ese es el discurso oficial que esgrime la AOP, que las cotizaciones de gasolina y gasoil las fijan los mercados internacionales y que las compañías nada tienen que ver en ello. Aunque la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ha abierto un sinfín de expedientes e impuesto varias sanciones a las principales petroleras por ese motivo.

La patronal también se ha mostrado siempre en contra de la diferente presión fiscal por autonomías, a la que atribuyen que los carburantes sean más caros en unos territorios que en otros. Si finalmente prospera la propuesta del Ministerio de Hacienda de unificar el tramo autonómico (o céntimo sanitario) del impuesto de hidrocarburos y fijar el tipo máximo (los 4,8 céntimos por litro que se aplican en Galicia), se verá si los precios finales de venta también se igualan.

El crudo suma y sigue, y el barril de brent roza ya los 78 dólares

El precio del petróleo volvió a subir ayer y el barril de brent se paga ya a casi 78 dólares. Un paso más en la escalada de más del 20 % que acumula el oro negro en los últimos tres meses. A las presiones alcistas derivadas del menor bombeo de la OPEP (una medida a la que se sumaron también en su día los rusos), hay que sumar ahora la ruptura del pacto nuclear con Irán anunciada por Trump. Una medida que supone la vuelta al embargo a las exportaciones de petróleo iraníes por parte de Estados Unidos. La república islámica produce actualmente 3,8 millones de barriles al día, 800.000 más que cuando se levantaron las sanciones.

En el precio del crudo está pesando también la inestabilidad que la ruptura del pacto supone para Oriente Medio.