La ministra de Hacienda amenaza con subir impuestos si no se aprueba el déficit
ECONOMÍA
Anuncia un «ajuste fiscal» de mil millones si la oposición obliga a rehacer los Presupuestos
25 jul 2018 . Actualizado a las 13:28 h.El Gobierno está haciendo cálculos. Con la más que probable negativa del Partido Popular a aprobar la senda de déficit que propone la ministra Montero, se enfrentan a una situación en la que cuadrar el círculo será complicado, ellos que ya soñaban con lo que harían con esos casi 6.000 millones de euros que Bruselas había dado de margen con la relajación del objetivo del déficit para el año que viene.
El recién estrenado presidente del PP, Pablo Casado, anunciaba el lunes que su partido no apoyaría esta nueva senda presupuestaria, que permite a las comunidades dos décimas más de gasto para cerrar el año con un desfase entre ingresos y gastos del 0,3 % del PIB, frente al 0,1 % que ordenó el anterior Gobierno. Y lo mismo para la Seguridad Social. En cifras: unos 2.500 millones de euros de margen fiscal para los Gobiernos regionales en el 2019, año en el que muchos presidentes autonómicos pasarán por las urnas.
«Lo que hace falta ahora en España no es una expansión presupuestaria. Estamos en un entorno internacional en el que una posible subida de tipos y un posible enfriamiento del crecimiento económico pueden debilitar la economía», defendió Casado apelando a la «responsabilidad». Fue lo mismo que le pidió ayer la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, al PP, recordando que cuando el PSOE estuvo en una situación similar apoyó al Gobierno «para aprobar los objetivos del 2017». «No se entiende por qué el PP rechaza una senda que lo que permite es que la fiscalidad de este país no tenga que acompañar esas necesidades que tienen los ciudadanos, que se podrían cubrir por la vía de la relajación del objetivo», añadió Montero.
Pero si la oposición no se aviene a los argumentos, la ministra anunció que el Gobierno «ajustaría» su política de ingresos para el próximo año, de forma que el techo de gasto que acompañará a los Presupuestos -y que no tiene que votarse en las Cortes- sería «muy similar» al aprobado en el Consejo de Ministros el viernes pasado, de un 4,4 % más. ¿Cómo es posible? Porque la Administración central «solo» tendría que ajustar una décima del PIB si no sale adelante la nueva senda, es decir, unos 1.000 millones de los 125.000 con los que contaba el Ejecutivo para elaborar las cuentas públicas. «El mayor ajuste lo tendrían que hacer las comunidades autónomas y la Seguridad Social», recordó Montero en declaraciones a Efe, ya que de las cinco décimas de margen que daba Bruselas ellas se quedaban con cuatro.
Fuentes de Hacienda apuntan a que ese «pequeño ajuste» al que se refiere la ministra sería por el lado de los ingresos, «en la línea de la nueva fiscalidad» que se está anunciando. Confirman que se trataría de una subida de los impuestos que se ha ido anticipando desde su llegada al Gobierno, y que por lo tanto no afectará «ni a ciudadanos, ni a pymes ni a autónomos».
El Congreso debatirá probablemente este viernes la nueva senda de déficit público para el período 2019-2021. Si estos son rechazados en cualquiera de las dos Cámaras, habría que volver a los objetivos anteriores, que ya estaban aprobados por el Gobierno anterior y que son más estrictos.
Las cuentas, a tiempo
Sea como sea, Montero insistió en que el Gobierno «va a presentar su proyecto de Presupuestos en tiempo y forma, con la senda actual o con la anterior». Eso implicaría que las cuentas entren en el Congreso a finales de septiembre, como muy tarde, con el objetivo de «discutir unas cuentas que benefician a los ciudadanos para que la recuperación económica llegue a las familias». Estos presupuestos, avanzó la ministra, incluirán «gran parte» de las propuestas del PSOE en la oposición, así como las iniciativas planteadas por Pedro Sánchez durante la presentación de su programa.