Escotet advierte que uno de los retos de la revolución digital es acabar con la brecha entre sexos

Mario Beramendi Álvarez
MARIO BERAMENDI REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La Voz

El dueño de Abanca apela a invertir en educación para no crear más parados

09 oct 2018 . Actualizado a las 00:58 h.

«El planeta tiene muchas tareas pendientes, no permitamos que la brecha tecnológica sea una nueva fuente de injusticia». Con estas palabras, el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, cerraba una intervención en la que quiso poner de relieve que la revolución tecnológica, que camina a una velocidad vertiginosa, está llamada a jugar un papel trascendental en la respuesta a los principales retos a los que se enfrenta un mundo en el que cada vez resulta más difícil diferenciar qué es y qué es futuro. Entre los desafíos, Escotet puso el foco en la desigualdad entre sexos, marcada por la brecha salarial entre hombres y mujeres, pero también se refirió a otros grandes problemas que condicionan en la actualidad el planeta.

Por ejemplo, el uso eficiente de la energía, su reducción de costes y el cumplimiento en la lucha contra el cambio climático; los progresos que acarrea la tecnología en la mejora de la productividad y en la eficiencia de costes o el impacto en la provisión de servicios sanitarios y sociales en una sociedad envejecida, con un segmento de población cada vez más dependiente. Y, por último, el papel que está llamada a jugar la tecnología en el desarrollo socioeconómico, con la reducción de la pobreza y la desigualdad como tarea ineludible.

En relación con el corto plazo, el dueño de Abanca se refirió a otra empresa inaplazable, como es el reto de invertir en educación digital. Un objetivo, explicó, que nada tiene que ver con desplazar el conocimiento en humanidades o ciencias, a su juicio siempre necesario, sino en preparar a las nuevas generaciones para las exigencias del futuro mercado laboral.

«Si no preparamos a los jóvenes, los condenamos al desempleo», advirtió Escotet, quien recordó que aproximadamente el 50 % de los oficios que hoy conocemos podrán ser reemplazados por robots o por la llamada agenda digital. 

Percepción social

La necesaria formación en el ámbito educativo, según el dueño de Abanca, es necesaria porque se vive en una sociedad en la que el universo tecnológico convive con el universo digital, lo que según Escotet dificulta la comprensión entre los ciudadanos de cuáles son las consecuencias que tiene la revolución digital en nuestra vida diaria y en la economía. El banquero considera que vivimos en una era «con una lógica implacable de aceleración constante» y que incide en todos los ámbitos cotidianos, tanto en la esfera pública como en la privada.

Junto con la inversión educativa en el ámbito digital, Escotet sostuvo en su discurso que este profundo proceso de cambio plantea un segundo desafío a la sociedad, que es la inversión en tecnología, una herramienta clave para que las pymes puedan acortar la brecha que las separa de las grandes compañías. «No conozco ninguna empresa o industria que al invertir en tecnología no haya reducido sus costes o aumentado su productividad», insistió el directivo venezolano ante un auditorio lleno de empresarios gallegos.