La multinacional norteamericana anuncia un ERE de extinción para los casi 700 operarios de las fábricas de A Coruña y Avilés, tras beneficiarse de millonarios descuentos en su factura eléctrica
18 oct 2018 . Actualizado a las 16:07 h.Dos décadas después de quedarse con la empresa pública Inespal, la multinacional norteamericana Alcoa quiere dejar en la estacada a casi 700 trabajadores de las fábricas de A Coruña y Avilés (369 en la primera, más unos 200 indirectos, y 317 en la segunda) cerrándolas este mismo año, tras beneficiarse de millonarios descuentos en la tarifa eléctrica para producir alúmina a precios más competitivos. Salvaría San Cibrao, con un millar de empleados.
Ya intentó clausurar las dos plantas a finales del 2014, cuando no quedó satisfecha con los incentivos para rebajar su factura de la luz. Presionado por los despidos que se avecinaban, entonces el Ministerio de Industria se vio obligado a mover ficha para contentar a la compañía, que finalmente retiró su amenaza. Ahora vuelve a la carga. Pero a diferencia de lo ocurrido en el 2014, Alcoa ya no condiciona la continuidad de las fábricas de alúmina a la electricidad. «El precio de la energía ya no es el principal problema, es uno más», reconocen fuentes de la empresa. La multinacional habla ahora de «deficiencias estructurales» de las plantas de A Coruña y Avilés que las hacen poco competitivas. De hecho, aseguran fuentes de la multinacional que entre este año y el anterior las dos factorías han registrado pérdidas por valor de 100 millones. También alega para plantear el cierre el elevado precio de las materias primas y la sobrecapacidad de producción de China.
Tras el frustrado intento de cerrar las dos fábricas a finales del 2014, Alcoa las puso a la venta medio año después, aunque la compañía nunca quiso reconocer tal extremo. Lo hace ahora. Las mismas fuentes aseguran que hicieron todo lo posible por salvar las plantas, incluida la búsqueda de compradores: «Hubo partes interesadas, pero no ofertas en firme».
La compañía presumió de haber hecho todo lo posible para evitar el cierre, incluidas inversiones por importe de 100 millones en los últimos diez años. Pero hasta la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, declaró que «algo no cuadra en esta operación: justo cierran las dos plantas donde no ha habido inversiones de mejora».
«Non imos permitir o peche»
Los trabajadores no se quedarán precisamente de brazos cruzados tras la decisión de Alcoa de abrir un proceso negociador para un despido colectivo. La empresa se lo comunicó a los comités con una carta firmada por Timothy Reyes, presidente de Alcoa Aluminium.
La primera manifestación está convocada para el sábado a las 11.00; saldrá de la plaza de la Palloza e irá hasta la delegación del Gobierno en A Coruña. Juan Carlos López Corbacho, presidente del comité de A Coruña, denunció: «A intención de Alcoa é clara: despedirnos a todos e pechar as instalacións. Non o imos permitir. O grupo está gañando cartos en España, é rendible. Reclamamos un acordo co Estado, regular a tarifa eléctrica dunha vez. Levamos así, baixo esta ameaza, dende o 2012».
El anuncio de Alcoa desató enseguida una tormenta política contra la drástica decisión de la multinacional. La Xunta, el Ejecutivo central y el Principado están dispuestos a formar un frente común para frenar los cierres. El presidente Feijoo ya se puso en contacto con el Gobierno vecino y por la tarde la ministra de Industria, Reyes Maroto, contactó con él para mantener un encuentro a tres bandas y ver «diferentes propuestas» ante la situación. Esa cita se espera «para los próximos días», según fuentes de la Administración gallega. También se sumará Transición Ecológica. Mañana viernes se reunirán en Oviedo Feijoo y su homólogo asturiano, Javier Fernández.
Fernando Soto, director general de la patronal de empresas de gran consumo de energía (AEGE), a la que pertenece Alcoa, avisó hace unas semanas de que la escalada de los precios de la electricidad, especialmente este año, podría provocar parones en la producción de fábricas. La consecuencia ha sido mucho más grave con el anuncio de cierre por parte de Alcoa. Tras enterarse, Soto advirtió ayer que si las tarifas siguen así «más empresas, especialmente siderúrgicas, se verán afectadas», aunque dijo que no sabe si «tanto como Alcoa».
Xunta: «Os prezos da enerxía prexudican, pero sempre atopamos solucións»
El presidente de la Xunta anunció la intención de su Gobierno de coordinarse con el asturiano para ofrecer una respuesta conjunta a la que calificó como una «moi mala noticia». Núñez Feijoo admitió que el precio de la energía en España «prexudica» a la competitividad de este tipo de empresas, pero apuntó que no se trata de un problema nuevo y que, con la ayuda del Ejecutivo central, siempre se encontraron «solucións nos últimos dez anos». El líder gallego aseguró que la Xunta no tiene aún «fluidez» con los responsables del Ministerio.
Gobierno: «Es una excusa y una cortina de humo que alegue el precio eléctrico»
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, considera una «excusa y una cortina de humo» que Alcoa alegue el alto precio eléctrico para decidir el cierre de sus plantas de Avilés y A Coruña. En declaraciones a Onda Cero recogidas por Europa Press, Ribera reconoció la sorpresa del Gobierno por la decisión, ya que la multinacional se lleva «una buena parte» de las subastas de interrumpibilidad (que reparten los incentivos eléctricos). Ribera añadió que «ahora queda por ver si es una decisión irreversible».
Asturias denuncia «la insólita forma de proceder» de la empresa
El Gobierno asturiano ha rechazado la decisión de Alcoa y ha criticado «la insólita forma de proceder» de la compañía, que hasta ahora no había advertido «por ningún medio» de esta posibilidad. El portavoz del Principado, Guillermo Martínez, lanzó un llamamiento a Alcoa para que reconsidere su decisión, al igual que hizo en el 2014 cuando anunció una medida similar, dado que tendría consecuencias negativas para los trabajadores afectados, para la comarca de Avilés y para el conjunto de la industria asturiana.