En el aniversario de su primer congreso en Galicia, Comisiones se conjura para recuperar los derechos perdidos durante la crisis
23 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Cuarenta años después de aquel primer congreso celebrado en una discoteca de Vigo a principios de junio de 1978, centenares de los delegados que entonces participaron en la puesta de largo de Comisiones Obreras en Galicia se reencontraron este jueves en Santiago para celebrar el cumpleaños de la central y reivindicar la vigencia de la lucha sindical.
Como muestra de la atemporalidad de algunas demandas, durante el acto se leyeron las dos resoluciones aprobadas en aquel congreso de finales de los setenta. Una de ellas, en defensa del papel de las mujeres en el sindicato y en la sociedad, en la que se reclamaba -cuarenta años antes de movimientos como el MeToo o el 8M- a «loita contra todo tipo de explotación» y se ligaba la liberación de la mujer a la de la clase obrera. Como explicó Tensi Álvarez, primera secretaria del área de Muller en la ejecutiva de CC. OO.-Galicia y una de las delegadas en aquel congreso, «non se pode entender a sociedade hoxe ou o movemento feminista actual sen as achegas das mulleres sindicalistas». «Malia que queda moito por facer, temos que estar orgullosas do que fixemos», sentenció.
La segunda resolución iba en defensa de los trabajadores del desaparecido sindicato Ascon, inmersos en ese momento en una huelga en defensa de sus empleos que duró ocho meses. «A loita de Ascon hai corenta anos é como a loita de Alcoa hoxe e precisa do apoio de todo o sindicato», apuntó Ramón Sarmiento, actual secretario general de Comisiones en Galicia.
Pasado y presente
Uno de los primeros en tomar la palabra en el acto fue Ignacio Fernández Toxo, que fue delegado en ese primer congreso del sindicato en Galicia, treinta años antes de llegar a la secretaría general de CC. OO., cargo que ostentó hasta el año pasado. A él le correspondió hacer el repaso por la historia de la central que, recordó, no comienza con la legalización en el año 1977, ya muerto Franco. «Celebramos os 40 anos do primeiro congreso nacional de Galicia, pero a historia das Comisións Obreiras remóntase non sei se corenta anos, pero polo menos si tres décadas antes», dijo, para luego reivindicar el papel central de los sindicatos en la democratización del país. Su argumento, que aunque el dictador murió en la cama, «a ditadura morreu na rúa grazas á clase obreira deste país», que protagonizó una ola de movilizaciones que convulsionaron los últimos años del franquismo.
De esa lucha contra los movimientos totalitarios hizo también bandera el sucesor de Toxo al frente de Comisiones Obreras, Unai Sordo, que expuso que, si hace si hace 50 años los trabajadores hicieron frente al franquismo, hoy tienen que hacerlo contra «los movimientos de la extrema derecha» que emergen en todo el mundo, también dentro de Europa.
En clave laboral, y ante la pérdida de apoyo social de los sindicatos en los últimos años, Sordo quiso reivindicar el trabajo realizado en un período de profunda crisis económica: «Conseguimos que millones de trabajadores y trabajadoras no perdiesen su convenio, como pretendía la reforma laboral del PP». Ahora, instalados en una fase de crecimiento económico, dijo que es momento de recuperar «los derechos arrebatados durante la crisis». «Y lo haremos reforzando nuestra presencia en las empresas», añadió.