El juez desestima el recurso de la antigua Pescanova para eludir el pago de 1.000 millones de fianza

m. s. d. VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

XOAN CARLOS GIL

La vieja matriz será juzgada junto a 19 acusados más por su responsabilidad en la quiebra del grupo en el 2013

04 dic 2018 . Actualizado a las 18:18 h.

El futuro de Pescanova SA se complica. La sociedad en la que habitan los accionistas de la vieja matriz (Nueva Pescanova, en manos de la banca) tiene que hacer frente a una fianza de casi 1.000 millones de euros porque su recurso para intentar eludir el pago millonario no ha sido admitido. Era lo previsto, según explican fuentes del proceso judicial, a quienes no consta hasta el momento ningún decreto de embargo sobre esta sociedad.

Poco habría que confiscar en todo caso, ya que Pescanova SA, en la que teóricamente quedan alrededor de 9.000 pequeños accionistas del malogrado grupo pesquero, sobrevive de una mínima participación del 1,6 % en la corporación reflotada por la banca acreedora (esa Nueva Pescanova).

La vieja matriz será juzgada junto a 19 acusados más por su responsabilidad en la quiebra del grupo en el 2013, según el auto de apertura de juicio oral dictado el 11 de junio por el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata. Según el dictamen, Pescanova SA debería haber depositado una fianza de 348,2 millones para responder de las multas solicitadas por las acusaciones, así como otras fianzas por importe de 602,9 millones, conjuntamente o subsidiariamente con otros acusados, para garantizar la responsabilidad civil. La sociedad recurrió el auto, una decisión que, según explicó a sus accionistas a través de la CNMV, de no prosperar judicialmente «podría provocar una situación de insolvencia temporal» de la compañía y, con ello podría ocasionar un «gravísimo e injustificado perjuicio» sobre sus accionistas, «quienes perderían de esta manera todo el patrimonio invertido en el capital de la sociedad».

En su recurso, le decía al juez que tendría que ser en cambio Nueva Pescanova la que se habría de hacer cargo «de las consecuencias económicas de una hipotética sentencia condenatoria». Argumentaba para ello que en el acuerdo de fusión y doble segregación -del que salieron Pescanova SA, por un lado, y Nueva Pescanova, por el otro- está previsto que el grupo pesquero rescatado «se ha de hacer cargo de las consecuencias económicas de una hipotética sentencia condenatoria». Pero este intento de descargar la responsabilidad en el nuevo grupo pesquero tampoco ha prosperado al quedar desestimado el recurso.

Pescanova cerró el primer semestre con 80.000 euros de pérdidas. Sus acciones llevan meses en caída libre, a 0,5 euros, lo que sitúa el valor de la sociedad en unos 16.000 euros.