El Gobierno fomenta la competencia en el negocio prohibiendo a la petrolera crecer en la comunidad, porque ya maneja el 30 % de la cuota de mercado de las provincias
27 dic 2018 . Actualizado a las 19:30 h.La petrolera Repsol tiene las manos atadas en Galicia, donde el año próximo no podrá ni abrir más estaciones de servicio ni suscribir nuevos contratos de distribución de carburantes en exclusiva, aunque sí podrá renovar los que ya tiene. Esto es así porque la compañía ya controla en la comunidad una cuota de mercado superior al 30 % y la ley de hidrocarburos no le permite seguir creciendo. A Repsol y al resto de las operadoras del sector. De esta manera se intenta garantizar que entra competencia suficiente en un mercado bajo sospecha permanente.
La Dirección General de Política Energética, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, publicó ayer en el Boletín Oficial del Estado el listado de provincias en las que es hegemónica cada compañía. Repsol lo es en las cuatro gallegas, así como en otras 24 de toda España. Cepsa solo supera ese umbral del 30 % en cuatro territorios, ninguno de ellos en la Península, pues se trata de Melilla, Ibiza, Formentera y Menorca.
El listado con las restricciones que atan de pies y manos a las petroleras lo publica el Gobierno cada año, para fomentar la competencia en el sector.
Las primeras medidas para fomentar la competencia en el sector de hidrocarburos las tomó el exministro de Industria José Manuel Soria en el 2013. Lo hizo después de que los precios de los carburantes de automoción tocasen techo entre finales de verano y otoño del año anterior, coincidiendo con la subida del IVA del 19 al 21 %. El escándalo fue tal que obligó a intervenir a Soria, quien llamó a capítulo a los máximos directivos de las compañías. Los precios se enfriaron, pero el ministro tomó cartas en el asunto. Lo que hizo fue modificar la ley de hidrocarburos para introducir la prohibición de abrir nuevas estaciones de servicio a las operadoras con una cuota de mercado superior al 30 %. Se refería entonces al número de estaciones de servicio por provincia, pero en el 2015 cambió la norma para que ese umbral tenga en cuenta las ventas de carburantes. Repsol supera esas dos barreras en Galicia.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, lanzó en el 2014 una cruzada contras las petroleras tradicionales, a las que acusó de ponerse de acuerdo para pactar los precios en la comunidad. Por eso, decía Feijoo, Galicia es uno de los territorios más caros de España para repostar.
A partir de ahí, la Xunta ha impulsado medidas para intentar que abran más estaciones de servicio independientes, con precios de venta al público más baratos. Recientemente aprobó lo que denomina código de buenas prácticas, en el que invita a los ayuntamientos a dejar de poner trabas a las gasolineras automáticas, sin personal.