El Gobierno adquiere coches de gasoil para sus flotas en plena ofensiva contra el diésel

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

El parque móvil del Estado solo incorporará 20 híbridos o eléctricos, un 10 % del total

12 feb 2019 . Actualizado a las 08:13 h.

Una cosa es predicar y otra cosa dar ejemplo. El Gobierno de Pedro Sánchez incluye en los Presupuestos Generales del Estado para el 2019 (sin aprobar) una subida impositiva al gasoil, y tiene en marcha una ley de Transición Energética que pretende prohibir la venta de los coches que utilizan motor de combustión en el 2040. Pero a la hora de renovar las flotas de vehículos públicos, los malos humos no importan tanto.

La catalana Seat acaba de anunciar que la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil estrenará este año 249 nuevos vehículos adquiridos a la marca española, y todos ellos con motores diésel.

El modelo elegido para el parque de vehículos (uniformados y camuflados) es el Seat León versión 2.0 TDI CR, automático con una potencia de 150 CV. Y la elección obedece, según Seat «a los buenos resultados obtenidos por las características técnicas del motor diésel, en cuanto a emisiones y consumo». De hecho, el fabricante aclara que «este ha sido uno de los principales argumentos valorados en los criterios llevados a cabo por la autoridad competente para decantarse por el modelo de Seat».

Vehículos oficiales

La autoridad competente es la propia Guardia Civil, dependiente del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska.

Esta es la compra más reciente, comunicada a finales de enero, pero el mismo proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado para el 2019 que incluye la subida del gasoil (3,8 céntimos por litro, para empezar) prevé la incorporación a la flota de vehículos oficiales de un total de 114 coches de diferente tipo que consumen este combustible. Se trata de un contrato de compra de utilitarios para los próximos dos años, en teoría hasta el final hipotético de la actual legislatura; y todos son modelos nuevos de fábrica.

En la lista de la compra figuran 22 unidades de la factoría PSA (Peugeot y Citroën) de diferentes modelos: 508, C4, C4 Picasso (el Spacetourer hecho en Vigo), 308 y 5008. El Gobierno también ha echado mano de Ford para incorporar 21 modelos tales como Focus, Mondeo, Kuga o S-Max. La tercera marca más numerosa de motores diésel es Renault, con 20 modelos como el Clio, Mégane, Talisman o Scenic.

En menor medida aparecen otras marcas como Fiat-Alfa Romeo, con 14 nuevos vehículos diésel adquiridos; Nissan, con diez; Opel, con 9; Seat, con 7; Mitsubishi, con 6; Toyota, con 3; y, por último, Volvo, con 2.

Incluye en el proyecto de los Presupuestos la compra de 144 unidades de gasoil El parque móvil del Estado solo incorporará una veintena de vehículos híbridos o eléctricos, menos de un 10 % del total; y se completará con 98 unidades de gasolina, gamas altas y todoterreno, en su mayoría. En total, la suma presupuestada para todos estos vehículos oficiales asciende a 133 millones.

Y así, mientras el Gobierno compra coches diésel en contra de lo que promulga, el mercado de coches de gasoil se desploma en España, y el impacto ya tiene consecuencias en la industria española. La crisis del diésel ha traído consigo la supresión de 800 empleos en la planta de Mercedes Vitoria, según denunció ayer UGT. «La paralización del tercer turno y la supresión de 168 horas por jornada», detalló el sindicato.

Incertidumbre y despidos

Tal vez por eso, la ministra de Industria, Reyes Maroto, asegura que las tecnologías basadas en los motores de combustión «aún tienen mucho que decir». «No estamos en un contexto en el que se pueda prescindir de ellas», declaró durante su intervención en el congreso nacional de los concesionarios de coches organizado por la patronal Faconauto en Sevilla. «La clave es el rejuvenecimiento del parque móvil, ya que su obsolescencia «nos obliga a actuar», dijo.

Los concesionarios gallegos baten un récord de ventas con más de 2.000 millones de negocio en su mejor año

El año ha arrancado mal para los concesionarios de coches, con una caída de las ventas que en el caso de Galicia se sitúa en el 10 %. Por eso el sector aprovechó la presencia ayer de la ministra de Industria, Reyes Maroto, en su congreso nacional para pedirle al Gobierno incentivos que permitan sacar de las carreteras del país a los coches más antiguos y contaminantes.

Un plan, según detalló el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez Giménez, que no deje fuera a los automóviles diésel o gasolina de última generación, «muchos de los cuales se fabrican en España». «El parque va a seguir envejeciendo de aquí al 2025, por lo que no podemos permitirnos el lujo de desechar ninguna tecnología», aseguró el jefe de la patronal.

Mal comienzo

Tal y como ha empezado el año, será difícil que el sector alcance unos resultados como los obtenidos en el 2018, un año de récord para los concesionarios gallegos, que cerraron el ejercicio con 2.070 millones de euros de facturación ( 1.402 correspondieron a la venta de vehículos nuevos, 398 a la de usados, más 270 millones de taller).

En Galicia hay 445 concesionarios, de los que 198 son oficiales (red principal), y dan empleo a 7.739 personas. Con estos datos, la actividad económica de los concesionarios de automoción de Galicia supone ya el 2,7 % del PIB regional, según los datos que ofreció ayer la patronal Faconauto.

La facturación total de las redes oficiales alcanzó los 46.240 millones de euros. De ese total, 34.467 millones de euros correspondieron a la venta de coches nuevos (el 74,5 %).

Faconauto cree que la demanda de coches nuevos tocó techo en el 2018, con 1,53 millones de matriculaciones de turismos y comerciales. Para este año espera una cifra similar, y ligeras caídas en los próximos ejercicios. A medio plazo, en el 2025, Faconauto sitúa las comercializaciones de vehículos en el entorno de las 1,47 millones de unidades.