El sector financiero sigue abocado a un proceso de concentración que permitirá a las entidades resultantes financiarse en los mercados a un mejor precio y afrontar con unas mayores garantías las inversiones que requiere un mundo digitalizado. De momento, quien parece quedar al margen es Kutxabank. Un segundo baile de operaciones que parece que no ha hecho más que comenzar.
En esa lógica se inscribe la oferta lanzada por Abanca y el firme interés mostrado por carta al consejo y a los accionistas de Liberbank para alumbrar «una de las entidades más sólidas y solventes» del sector financiero español, tal y como dice literalmente la misiva. La entidad resultante, con un volumen de negocio de 130.000 millones, y más de 1.300 oficinas entre España y Portugal, se auparía al sexto puesto del ránking financiero español, y se convertiría en el gran motor financiero del norte de la península.
Puesta en valor
Con el objetivo de convencer a los accionistas asturianos, el banco gallego les advierte que la operación representaría «una gran oportunidad» por lo que supondría para la revalorización de Liberbank y lo que conllevaría de contraprestación para los accionistas. Abanca insiste en su compromiso de, una vez consumada la operación, seguir con el fomento y la consolidación de la obra social en las regiones donde Liberbank se encuentra más arraigada y en las que desarrolla su actividad, sobre todo en colaboración con los accionistas históricos. No hay que olvidar que la Fundación Bancaria Cajastur tiene el 24,5 % del banco, es decir, la participación mayoritaria.
Precisamente ayer, la consejera de Hacienda y Sector Público del Gobierno asturiano, Dolores Carcedo, recordó que el Ejecutivo regional defenderá el mantenimiento de la vinculación de Liberbank con la región, de su implantación territorial y «por supuesto» del empleo ante su posible compra por parte de Abanca. Un mensaje análogo al transmitido cuando sonaba Unicaja como comprador.
El mayor arraigo de Liberbank se encuentra en los territorios de Asturias y de Cantabria, pero también de Extremadura. Desde que se liberó de la tutela de Bruselas, la entidad gallega emprendió un plan de expansión. En la presentación de los resultados de la entidad, a finales del pasado mes de enero, el presidente y máximo accionista de Abanca, Juan Carlos Escotet, ya advirtió que, aunque estaba centrada en Deustche Bank Portugal y Caixa Geral, no descartaba compras «más adelante». Algo que ha sucedido antes de lo esperado.