
Sin importarle si los contribuyentes tienen ordenador, acceso a Internet, DNI electrónico (o similar), una oficina tributaria cercana a su domicilio o a su trabajo, Hacienda dio la orden: no le va a permitir presentar la declaración de la renta en papel
02 abr 2019 . Actualizado a las 16:17 h.¿No quería una taza de caldo? Pues tome dos. Hacienda en esta campaña no le va a permitir presentar la declaración de la renta en papel. ¿Menuda tontería? Será, pero se trata de una tontería que afecta a más de 300.000 declarantes, que no podrán imprimir su declaración del IRPF y llevarla al banco para confirmarla.

Sin importarle si los contribuyentes tienen ordenador, acceso a Internet, DNI electrónico (o similar), una oficina tributaria cercana a su domicilio o a su trabajo, Hacienda dio la orden. Y a partir de ahora ya no quedará contribuyente que no piense en acudir a un asesor fiscal o a un gestor administrativo para que le ayude con la declaración de la Renta tras el pago de la correspondiente factura de 50, 60 o 70 euros, que en este sector también hay libertad de mercado.

Javier Gómez Taboada, abogado tributarista y socio del despacho Maio, argumenta: «La AEAT, con esta medida, da un paso más en la senda iniciada ya hace lustros. Esta firme apuesta por la tecnología es, en principio, loable, pues busca la optimización de los recursos. El punto, no menor, objeto de legítimo debate es, ¡una vez más!, su obligatoriedad. ¿Es lícito arrastrar, a la fuerza, a todos los contribuyentes a esa presunta Arcadia digital?». En opinión del fiscalista, la respuesta es no. «La libertad del ciudadano (y el contribuyente aún lo es) debe primar por encima de consideraciones abstractas en aras de un presunto (y no debidamente contrastado) interés general. Máxime cuando, según ha trascendido públicamente, en la anterior campaña aún fueron 350.000 los contribuyentes que usaron esta vía física para gestionar su IRPF. Son 350.000 personas, 350.000 ciudadanos a los que el sistema ignora, con el riesgo de dejarlos a su suerte, en la cuneta o, en el mejor de los casos, forzarlos a incurrir en el coste añadido que supone acudir a un profesional», explica.
En términos generales, argumenta el experto, «las mejoras son plausibles, pero siempre con la premisa del respeto a la sacrosanta libertad». «Amén de que ya se oyen voces, no precisamente desautorizadas, que cuestionan no solo la legitimidad de esta medida -¡que también!-, sino su legalidad. Veremos», subraya Gómez Taboada.
Teniendo en cuenta que el derecho de las personas casadas a poder hacer la declaración de la renta en modalidad individual se ganó en el Constitucional, y viendo lo animados que están los contribuyentes a la hora de entablar pleitos con Hacienda (los tribunales especializados resolvieron casi 210.000 reclamaciones y estimaron más del 45 %), a nadie le extrañaría que un juez abroncase a Hacienda y la obligara a dar marcha atrás.
Estamos acostumbrados a que el fisco toque las palmas y usted y yo bailemos a su son. A nadie en ese organismo le importa que la declaración sea tan complicada de hacer que hay pocos contribuyentes que saben cumplimentarla, y tampoco a nadie le importa que «los consejos» que sobre un asunto le dan en la Agencia Tributaria -en buena parte parte de los casos, no coincidentes- no sean vinculantes y sea usted el último responsable de que su declaración esté correcta.
Así que aprendamos a bailar, porque nos van a seguir tocando.
*En la web de la Agencia Tributaria tienes los trámites destacados que tienes que hacer.
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