El economista coruñés Pablo Sande acaba de ser nombrado responsable financiero de la marca de moda de la ex Spice Girl tras más de un decenio de carrera profesional en gigantes del textil como Inditex, Burberry y Ferragamo
14 jul 2019 . Actualizado a las 12:10 h.Dice el tópico que los gallegos son gente trabajadora. Un pueblo serio y especialmente cuidadoso con sus dineros. Y algo de eso debe haber visto Victoria Beckham en el economista coruñés Pablo Sande para poner en sus manos el departamento financiero de su marca de moda, posicionada en el segmento del lujo y con unas ventas anuales que se acercan a los 50 millones de euros. Sande, de 39 años, aterriza en la compañía tras desarrollar una sólida carrera en otras firmas icónicas del universo textil: la gallega Inditex, la británica Burberry y la italiana Ferragamo.
En Victoria Beckham, el ejecutivo gallego desempeñará el puesto de chief financial and legal officer (director financiero y jurídico, CFO por sus siglas en inglés), el mismo cargo que ocupaba en Ferragamo América hasta que le llegó la oferta de la cantante y esposa del exfutbolista del Real Madrid, ambos propietarios de la marca junto con el fondo de inversión Neo Investment y el magnate Simon Fuller a través de su compañía XIX Entertainment. El principal objetivo que tendrá sobre la mesa de su despacho en esta nueva etapa profesional será contribuir a poner en números negros a una firma que ha despertado el interés de la crítica y de los mercados, pero que aún no ha alcanzado niveles de rentabilidad después de 10 años de actividad. «Me atrae el hecho de formar parte del cambio de rumbo de la empresa: hay que pasar de pérdidas a ganancias. Es un gran reto y estoy convencido de que será gratificante», explica el ejecutivo gallego ya instalado en la capital británica.
En realidad, el desembarco de Pablo Sande en su nueva casa es la consumación de un viaje de ida y vuelta, ya que su carrera internacional había comenzado precisamente en Londres en el 2005 trabajando para Inditex, que lo destinó a la City tras varios meses en su cuartel general en A Coruña. En la multinacional gallega se mantuvo hasta noviembre del 2007, cuando Burberry lo llamó a filas para incorporarse a su departamento financiero. Allí, durante cinco años, ocupó distintas responsabilidades.
Y en el 2012 llegó el siguiente salto. La firma británica ofreció a Sande la oportunidad de cruzar el charco, irse a vivir a Nueva York para asumir un nuevo reto: primero como controller de la marca para Latinoamérica y el Caribe y a partir del 2015 ya como director para toda América.
Allí permaneció hasta el 2017. Ferragamo, una de las marcas icónicas del universo de la moda de lujo, se fijó entonces en sus capacidades y le ofreció el puesto de CFO para América, donde permaneció hasta su reciente fichaje por Victoria Beckham. Esa etapa de siete años en la Gran Manzana había resultado una gran experiencia para el directivo gallego, su mujer Lyndsey y su pequeño, pero hacía un tiempo que a todos les rondaba la cabeza la idea de retornar a Europa para estar más cerca de los suyos. Barajaban varios destinos, pero la oferta de la artista y diseñadora de moda se lo puso en bandeja: Londres, una ciudad conocida, con la familia a un paso y múltiples conexiones para visitar A Coruña y Madrid, ambas ciudades con las que mantienen fuertes lazos personales.
Día a día distinto
«Queríamos críar a nuestro hijo cerca de los abuelos y en el mismo ambiente en el que crecí yo; estar cerca de casa para ver a la familia y a los amigos», explica Sande, quien reconoce que esta etapa supone un reto profesional muy atractivo por tratarse de un perfil de compañía distinta, con un menor volumen de negocio pero con un gran potencial por delante. «El día a día de la empresa es más excitante que estar en una empresa grande», concluye.
Una compañía reconocida por la crítica pero que aún no es rentable
Cuando Victoria Beckham decidió dar por zanjada su carrera artística para centrarse en otra de sus pasiones, la moda, fueron muchos los críticos que pusieron en duda sus habilidades. Diez años después, la Spice Girl ha acallado muchas de aquellas voces. La marca que lleva su nombre no solo factura casi 50 millones de euros anuales, sino que incluso ha recibido prestigiosos premios como el British Fashion Award, del que pueden presumir diseñadores top como Stella McCartney o Tom Ford.
La empresa, claramente posicionada en el segmento del lujo (un vestido puede costar por encima de los 2.700 euros), no ha logrado entrar en beneficios aún, pero hace dos años logró que Neo Investment inyectase 33 millones de euros en su capital, toda una señal de confianza de cara al futuro. Y es que este fondo de inversión, dirigido por el ex banquero de Goldman Sachs David Belhassen, está reconocido como uno de los más reputados del sector textil y, de hecho, tiene participaciones en marcas como Ami Paris, Miller Harris, Valextra o Alain Mikli.
Sande sostiene que Victoria Beckham tiene un «enorme potencial» y reconoce que trabajar codo con codo con el fondo de inversión que ha apostado por este proyecto supondrá un estímulo. A esta tarea seguro que le ayudará una cualidad, la del cálculo, que incluso le valió en su momento el apodo cariñoso por el que lo conocen sus amigos: Calcu.