Las claves de la caída de Thomas Cook: Internet y el «brexit» entierran 178 años de historia
ECONOMÍA
El emblema del turismo británico sucumbe ahogado por la competencia de las plataformas «on-line» y la incertidumbre por la salida del Reino Unido de la UE
23 sep 2019 . Actualizado a las 16:26 h.Tras un fin de semana frenético, Thomas Cook, el emblema del turismo británico, se ha rendido. Incapaz de hacer frente a sus cuantiosas pérdidas y ante la imposibilidad de lograr financiación para seguir operando con normalidad, la compañía ha suspendido pagos y ha dejado en tierra a cientos de miles de turistas de todo el mundo.
Atrás quedan casi 180 años de historia. Conocida ahora por sus paquetes turísticos en numerosos países, y dueña de su propia aerolínea, la empresa dio sus primeros pasos en 1841. De la mano de Thomas Cook, un ebanista del condado de Leicestershire (centro-norte de Inglaterra) que decidió crear la firma para hacer excursiones a localidades cercanas.
Cook, que fue pastor baptista, quería brindar a la clase trabajadora algún tipo de entretenimiento que la alejase de la bebida en los difíciles tiempos victorianos.
Y, aprovechando el desarrollo del ferrocarril en el Reino Unido, empezó por ofrecer un recorrido de 19 kilómetros desde la ciudad de Leicester hasta la localidad de Loughborough. Al módico precio de un chelín por persona (equivalente a unas tres libras actuales; 3,3 euros). El éxito lo llevó, poco después, a incrementar la oferta con recorridos más largos.
En 1855 se propuso cruzar el Canal de la Mancha para visitar París. Depués de Europa vendrían Estados Unidos, Asia y Oriente Medio. El apogeo de la clase media en el Reino Unido y su deseo de viajar la hicieron grande.
A finales de 1920, los nietos de su fundador vendieron el negocio a los propietarios belgas del Orient Express, pero con el estallido de la II Guerra Mundial fue nacionalizado por el Gobierno británico a fin de salvarlo de una posible ocupación nazi. En la posguerra, la empresa volvió a florecer al ofrecer paquetes vacacionales al extranjero, aunque con el tiempo tuvo que hacer frente a una creciente competencia y fue privatizada en los años setenta.
En 1992 fue adquirida por el banco alemán Westdeutsche Landesbank y, en 1999, se estableció la aerolínea Thomas Cook. En el 2001 pasó a manos de otra compañía alemana, C&N Tourist, y se procedió a la apertura de tiendas para la venta de paquetes turísticos y se amplió el negocio en el extranjero.
Con Internet, llegó el declive, ¿Para qué un operador turístico, si puede uno diseñarse su propio viaje y a un precio más barato? A ese problema ha venido a sumarse en los últimos tiempos el «brexit» y la incertidumbre que este ha generado entre los británicos, más reacios ahora a viajar fuera de las fronteras patrias.La caída de la libra esterlina y el estrechamiento de márgenes que esta depreciación ha traído aparejado para el gigante turístico ha hecho el resto.
Hasta su colapso, Thomas Cook vendía paquetes turísticos a 19 millones de personas en el Reino Unido y en el resto del mundo. A España traía cada año a unos siete millones de personas.