El ahorro aparejado a los cambios de horario de consumo podría llegar al 50 %
05 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Poner la lavadora a medianoche ahorra luz. No es ninguna leyenda urbana. Y no hará falta esperar a que entre en vigor la reforma del sistema que ha propuesto la Comisión Nacional de Mercado y Competencia (CNMC) para poder beneficiarse de esa realidad. Desde que hace muchos años se pusiera en marcha la tarifa nocturna, el consumo en las horas más extrañas del día reduce drásticamente el precio eléctrico con respecto a los tramos en los que habitualmente hay más demanda de electricidad. A partir de este año, esa realidad será aún más visible en el recibo: habrá tres grandes periodos horarios, distribuidos en seis tramos a lo largo del día, en los que el precio de la luz variará. Aunque todavía tiene que recibir la luz verde del Consejo de Estado y posterior aprobación del Gobierno, el sector calcula que a mediados de año ya estará en vigor.
Ahorro
El reloj se convertirá en el mejor aliado de los hogares a la hora de rascar algunos euros en la factura, sobre todo en las temporadas de mayor consumo (verano e invierno). Las franjas en las que el precio estará más barato serán las madrugadas, mediodías y última hora de la noche. Será más recomendable consumir electricidad desde la medianoche a las 08.00 horas y de las 22.00 horas a las 00.00. El coste será intermedio entre las 08.00 y las 09.00 y desde las 14.00 horas hasta las 18.00. El precio repuntará durante las mañanas (de 09.00 a 14.00 horas) y las tardes (entre las 18.00 y las 22.00).
La propuesta de la CNMC también contempla la posibilidad de elegir entre dos tramos de potencia instalada. En el «valle», la potencia será menor y el precio más competitivo. En el periodo «punta» será mayor, pero la factura podría dispararse. Con todos estos cambios, el ahorro puede llegar al 50 %. Pero hay que tener en cuenta que no es una rebaja de la mitad de la factura. ¿La razón? El recibo de la luz está estructurado por el precio que se paga por el uso real y una parte fija que se abona en concepto de impuestos como el del IVA o el de la Electricidad y que llega a alcanzar el 40 % de la factura. Estos cambios afectarán en exclusiva a quienes tengan contratado el precio regulado.
