Los sindicatos que no firmaron el convenio y la coordinadora de pensionistas se encomiendan al ministerio para no perder beneficios sociales
20 feb 2020 . Actualizado a las 13:17 h.Representantes de los sindicatos que no aceptaron firmar el convenio colectivo de Endesa -todos los que tienen representación, salvo el mayoritario UGT- y de la coordinadora de asociaciones de pensionistas de la empresa se reunieron con la directora general de Trabajo, la gallega Verónica Martínez, para tratar de recabar su apoyo contra el acuerdo, que mantiene los beneficios sociales, aunque recortados. Desde el ministerio les explicaron que analizarán al detalle el convenio antes de publicarlo en el Boletín Oficial del Estado, un trámite que lo hará oficial. Poco más pueden hacer al respecto, salvo asegurarse de que el texto cumple con la normativa.
Sin embargo, tal y como explicaron Fernando Branco, miembro de la ejecutiva de la coordinadora, y José Hurtado, de CC.OO. en Endesa, ambos de As Pontes, Martínez sí se ofreció a actuar como mediadora para que la paz social regrese al seno de Endesa, aunque eso no implicaría en ningún caso renegociar el convenio, precisaron ambos. Y es que el texto es fruto de un laudo arbitral vinculante y ha sido firmado ya entre la dirección y UGT. Pero ese acuerdo ha hecho saltar por los aires la unidad sindical, ya que se oponen a él el Sindicato Independiente de Energía y CC. OO., además de la CIG a nivel Galicia. De hecho, estas fuerzas tratarán de impugnar el documento en los tribunales, ya que deroga los convenios de origen de las distintas empresas que componen el grupo Endesa. Uno de los más ventajosos para los trabajadores era el de la propia matriz, y del que disfrutaban los jubilados de As Pontes. El nuevo acuerdo asesta un fuerte tijeretazo al consumo de electricidad subvencionado por la compañía y a otros beneficios sociales como las becas de estudio, a las que dejará de tener derecho el personal que no que está en activo (o sea, todos los pensionistas).
Las tensiones laborales en Endesa no son de ahora, sino que se remontan a dos años atrás, cuando arrancaron las negociaciones para pactar el nuevo convenio colectivo. De hecho, no hubo acuerdo. Cuando expiró la ultraactividad del documento anterior, la compañía amenazó con dejar sin descuentos en la factura a todos los jubilados y viudas -es decir, a todos los colectivos que no tenían un contrato en vigor con la empresa-. Los sindicatos pusieron el grito en el cielo y también presentaron un conflicto colectivo ante la Audiencia Nacional, que acabó dándole la razón a Endesa. Los sindicatos recurrieron la decisión ante el Tribunal Supremo. Pero la empresa no llegó a cumplir su amenaza porque, en medio del conflicto, UGT y dirección acordaron recurrir a un árbitro externo. Fue Manuel Pimentel, exministro de Trabajo con el PP. El laudo dictaminó que ni para tí, ni para mí, y que los jubilados también mantendrían los descuentos en la factura eléctrica, pero recortados.
UGT y Endesa firmaron el convenio con las instrucciones de Pimentel y este sindicato retiró el recurso ante el Suprermo. No así el resto de fuerzas.