La OIT calcula que el coronavirus destruirá hasta 25 millones de puestos de trabajo

La Voz

ECONOMÍA

VALENTYN OGIRENKO | Reuters

La Organización Internacional del Trabajo calcula que, en el mejor de los escenarios, se perderán como mínimo 5,3 millones de empleos

18 mar 2020 . Actualizado a las 20:14 h.

Casi 25 millones de personas en todo el mundo podrían perder sus empleos a causa del coronavirus. Al menos eso es lo que ha calculado la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que urge a los Gobiernos a tomar cartas en el asunto lo antes posible para proteger a los trabajadores.

De cumplirse los peores augurios de la OIT, las cifras serían incluso peores a las que dejó la crisis financiera del 2008, que se cobró un total de 22 millones de puestos de trabajo: «El coronavirus ya no se trata solamente de una crisis sanitaria global, sino que supone una grave crisis económica y laboral que tendrá un fuerte impacto en las personas», alertó ayer el director general de la organización, Guy Ryder. Y lanzó un mensaje claro a todos los Gobiernos: «En el 2008, el mundo presentó un frente unido para abordar las consecuencias de la crisis financiera global y se logró evitar lo peor. Necesitamos ahora esa clase de liderazgo».

La OIT realizó su estudio analizando diferentes escenarios. Así, en el mejor de los casos -que el COVID-19 logre ser contenido en poco tiempo y que las actividades económicas se reanuden pronto en los países- se perderán 5,3 millones de empleos. En cambio, si las cosas no mejoran rápidamente, el peor escenario que dibuja la OIT roza los 25 millones de personas. Entre los dos escenarios, el considerado de consecuencias «medias», se estima que la pérdida será de 13 millones de empleos y la mitad de ellos se registrarán en países de ingresos altos. Tal y como explicaron, los cálculos de los expertos de la organización parten de una base de 188 millones de personas que ya se encuentran desempleadas en la actualidad en todo el mundo.

Empleo precario

La pandemia no solo destruirá puestos de trabajo, sino que además contribuirá a un incremento del empleo precario o subempleo. La crisis provocará un recorte de las horas trabajadas y de los salarios y, con ello, un aumento de la pobreza laboral. Y es que la presión sobre los ingresos resultante de la caída de la actividad económica dañará a aquellos trabajadores próximos o por debajo del umbral de pobreza