
Según las estimaciones del organismo, se destruirán 900.000 empleos y el sector de la hostelería caerá un 20 %
23 abr 2020 . Actualizado a las 16:01 h.Los expertos continúan poniendo cifra al desastre que vendrá tras la crisis sanitaria del coronavirus. Después de que organismos como el FMI o el Banco de España publicaran sus estimaciones, la última en hacerlo ha sido la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas), que estima que el PIB caerá este año un 7 % como consecuencia de la crisis del coronavirus que, además, elevará el déficit público al 10 % del PIB y provocará la destrucción de 900.000 empleos.
Así lo recogen las nuevas estimaciones de Funcas para los años 2020 y 2021, en las que se prevé un repunte de la economía hasta el 5,4 % el próximo año, con lo que el PIB no recuperará su nivel precrisis hasta el año 2023. Funcas estima una «fuerte contracción» del PIB en la primera mitad de este año y un rebote a partir del tercer trimestre, que no compensará «el terreno perdido» durante la primera parte del año.
La fundación considera que, de momento, las mayores necesidades de financiación están garantizadas, pero el repunte reciente de las primas de riesgo muestra que será necesaria una acción «aún más vigorosa del BCE», dado que si las políticas no resultan efectivas para mantener el potencial de crecimiento y la prima de riesgo se dispara, el escenario sería peor de lo esperado.

Y esto son solo las mejores estimaciones que ha puesto sobre la mesa Funcas. Porque en caso de que se cumpla el peor escenario que prevé, la contracción de la economía llegaría este año a un 12,5 % y la tasa de paro escalaría hasta el 24 %. En cuanto al impacto de la crisis en el mercado de trabajo, Funcas estima una pérdida de 900.000 puestos de trabajo este año, que añadidos a los afectados por un ERTE, la pérdida de empleos se elevaría a 2,3 millones.
De esta forma, la tasa de paro se situará este año en el 18,8 %, bajando hasta el 17,1 % en el 2021. Si los trabajadores afectados por un ERTE contabilizasen como desempleados, la tasa de desempleo en el 2020 llegaría al 24,4 %.
Respecto al déficit público, que superará este año el 10 % del PIB por la recesión y las medidas de apoyo a la economía, Funcas estima que la recaudación podría reducirse en 56.000 millones de euros respecto al 2019 y el gasto podría incrementarse en 28.800 millones, por lo que la necesidad de financiación de las administraciones públicas alcanzaría los 118.300 millones, frente a 32.900 millones de un año antes.
Deuda en el 115 % del PIB
En el 2021, las previsiones de Funcas apuntan a una caída del déficit hasta el 6,4 % del PIB, lo que dejaría la deuda en valores cercanos al 115 % del PIB, 20 puntos más que antes de la crisis. «El confinamiento y el cierre de gran parte de la actividad por la crisis del coronavirus impactarán de forma muy severa en la economía española este año», subraya Funcas, que advierte de que habrá sectores muy golpeados, como el comercio minorista, alojamientos, restaurantes o actividades culturales y deportivas, que suponen cerca del 15 % del PIB.
Caídas del 20 % en algunos sectores
No todos sufrirán las consecuencias del coronavirus de la misma manera. El sector de la hostelería será uno de los grandes damnificados. Funcas estima que los servicios de alojamiento y restaurantes serán los que peor pasen la crisis y podrían caer un 20 % este año, seguido de la construcción (-5 %) y de la industria manufacturera (-4,7 %).
Por el contrario, solo agricultura, industrias extractivas y energéticas, y administración pública, sanidad y educación, mantendrían un nivel de PIB similar al anterior a la crisis sanitaria. Según Funcas, por el lado de la demanda, el «shock también será severo», dado que los hogares ajustarán su gasto en consumo, tanto por el confinamiento como por la menor renta disponible y el aumento sin precedentes del ahorro de precaución.
El impacto sobre la inversión será todavía más intenso, subraya Funcas, debido al parón de la actividad y el fuerte deterioro de las expectativas de las empresas. Por su parte, las exportaciones se resentirán del desplome de los mercados internacionales y de la caída inédita de los ingresos por turismo.