«Para salir de la crisis con rapidez hay que preservar el tejido empresarial»

A pocos días de que la entidad publique sus resultados, el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri (Bilbao, 1954) aborda la realidad económica de la crisis sanitaria. Lo hace en un inicio de año en el que nadie sospechaba el impacto que tendría la pandemia del coronavirus. El ejecutivo, que recomienda «serenidad y humildad intelectual» para abordar esta situación, da por sentado que será un año «malo» para la economía, aunque insiste en que le preocupa más cómo se llegue a la recuperación si se toman medidas adecuadas: preservando rentas y protegiendo a las empresas.

-El Banco de España prevé que la economía se va a contraer entre un 6,6 % y un 13,6 %, ¿coincide en el pronóstico?

-Trabajamos con un nivel un poco menos negativo. Me parece más importante hablar del 2021, porque el 2020 va a ser muy duro y malo. A las previsiones del 2021 les doy menos credibilidad porque dependerá de la pandemia y de las medidas que tomemos para salir con rapidez de la parte más dura del virus.

-¿Qué medidas cree que deberían tomarse a partir de ahora?

-Hay dos elementos fundamentales: apoyar a las personas que están perdiendo sus rentas -no podemos dejar a nadie atrás- y, partiendo de que la prioridad es la salud, es muy importante preservar la actividad económica, la fortaleza de las empresas. Porque conseguiremos la recuperación del empleo y de los ingresos públicos, lo que permitirá luchar contra el déficit y la deuda pública y lograr la sostenibilidad del estado del bienestar. Sin empresas no hay futuro. Es la iniciativa privada  la que nos va a sacar de esta situación. También hay que estar muy abiertos a la colaboración público-privada.

-¿Qué dirección deberían tener entonces los Pactos de la Reconstrucción? ¿Serían buenos unos pactos en los que el Parlamento llegara a un consenso?

-Es difícil llegar a unos acuerdos tan globales. Creo que también se pueden llegar a pactos parciales. Es una responsabilidad de los políticos.

-¿Cuál es la perspectiva de Bankia para este año?

-Haremos provisiones manejables con nuestras cifras de beneficios. Tenemos dos puntos fuertes: la solidez del balance y la eficiencia, con unos gastos un 20 % inferiores a los del sector. La prioridad es salvaguardar un balance sólido, solvente y capitalizado.

-¿En qué líneas de negocio han notado más el parón económico?

-Habíamos entrado con una gran actividad hasta el 15 de marzo. Después, hemos visto una caída en la demanda de crédito al consumo y muy importante en la demanda del hipotecario. Pero en empresas, hemos tenido en abril mucha actividad, no solo con los avales del ICO, porque las empresas han tomado posiciones para asegurar su liquidez. En los fondos, se han caído las suscripciones. Y en pagos con tarjeta, ha habido una caída que redundará en los ingresos por comisiones.

-¿Será necesario ajustar plantilla con otros ERE tras adquirir BMN?

-No nos hemos planteado un ERTE y no pensamos en un ERE. Hemos hecho un esfuerzo de eficiencia en los últimos años. Venimos de un proceso de reducción de oficinas. No habrá cambios. Tendremos que valorar si los hábitos de la clientela han cambiado en este período. Todos dicen que el mundo va a ser distinto, pero yo no lo tengo tan claro a largo plazo.

-El neurólogo y psiquiatra Boris Cyrulnik dice que tras una catástrofe, siempre hay una revolución.

-Para gestionar una crisis hay que tener una gran serenidad y humildad intelectual, porque permite ver los errores que puedas cometer y reaccionar con decisión.

-Bankia es un banco público en un 60 %. ¿Esta circunstancia les obliga a actuar de forma diferente?

-Es muy importante que Bankia, con independencia del porcentaje que tenga el Estado, tenga un esquema de gestión que se base en la profesionalidad. Utilizar Bankia, un banco comercial con nuestra cuota de mercado y su nivel de actividad, como un elemento de política económica, es un error. Bankia debe mantener el esquema que nos ha traído hasta aquí, porque no ha habido injerencias políticas ni del PP ni del PSOE.

-Con la presencia en el Gobierno de Unidas Podemos, que defiende un banco público, ¿hay riesgo de una nacionalización de Bankia?

-No depende de mí. Pero no me puedo imaginar en una situación como la actual que en lugar de invertir en sanidad, se invierta en acciones de Bankia.

-En ese caso, ¿querría seguir presidiendo el banco?

-Como lo veo un escenario con poca probabilidad, no me lo he planteado.

-¿Se encuentra cómodo con el Gobierno actual?

-La única condición que puse para incorporarme a Bankia en el 2012 era que tuviéramos una gestión profesional, sin injerencias. En eso han sido escrupulosos el Gobierno del PP y los dos Gobiernos del PSOE, incluido el de coalición.

-¿Esta situación provocará un nuevo retraso en los planes de privatización de la compañía?

-Es una decisión que no nos compete como gestores. Pero es evidente que va a suponer un impacto muy negativo en los valores del sector bancario y es entendible que pensar en alargar la fecha de privatización.

-¿Se hacen más inevitables las fusiones en esta crisis?

-En Bankia tenemos un tamaño y un músculo que nos da un futuro claro. Aunque estamos en el mercado y hay que ser muy cauto.

-Los bancos están demostrando buenas dosis de solidaridad. ¿Está ayudando a su reputación?

-La banca hoy está en una situación de servicio a la sociedad distinta a la del 2012, porque entonces no tenía liquidez, ni capital y no podía financiar. Ahora, nuestra obligación es estar muy cerca de la sociedad. Si lo hacemos bien, las sociedad va a valorar este trabajo.

-¿Y qué opina de la renta vital que prepara el Gobierno?

-Hay que apoyar a las personas que están perdiendo sus rentas. En cuanto a llevar a cabo una medida más estructural, hay esquemas que se pueden discutir.

«No me puedo imaginar que se invierta en acciones de Bankia en vez de en sanidad»

«La banca está hoy en una situación

de servicio que la sociedad va a valorar»

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