Bruselas augura un desplome del 9,4 % del PIB español

C. P.

ECONOMÍA

Dati Bendo / European Commission / d

La Comisión Europea no excluye la posibilidad de una crisis financiera

06 may 2020 . Actualizado a las 17:40 h.

El golpe será durísimo y la recuperación más bien incierta. Es el horizonte desdibujado que ha pintado el equipo económico de la Comisión Europea en sus nuevas previsiones económicas. La pandemia ha trastocado todo: la vida de los ciudadanos, la actividad de las empresas y cómo no, las perspectivas de futuro. 

La peor parte se la llevarán España e Italia. Ambos países parten en cabeza en las quinielas de los países más golpeados por la crisis que se abre bajo los pies de los europeos. Según los cálculos de Bruselas, el PIB de la eurozona retrocederá este año un 7,7 %, con Italia (9,5 %) y España (9,4 %) liderado las caídas, tras Grecia. El alto porcentaje de trabajadores temporales y autónomos, el tamaño pequeño de las empresas y la dependecia de ambos países de los sectores más afectados por el confinamiento (turismo, hostelería y transporte) los ha convertido en los grandes animales heridos del conjunto de la zona euro. Son los países más vulnerables a la destrucción de empleo. Tanto es así, que Bruselas augura que la cifra de desempleo española será la segunda más alta de la UE, tras Grecia, y alcanzará este año el 18,9 %. Solo bajará al 17 % a finales del 2021.El déficit alcanzará el 10,1 % desde el 2,8 % del 2019.

Sus previsiones no se alejan demasiado de las que envió el Gobierno español a Bruselas la semana pasada. Mientras Bruselas augura una caída más aguda de dos décimas por encima del 9,2 % previsto por el Ejecutivo español, también prevé un repunte más vigoroso de dos décimas (7 % del PIB frente al 6,8 % que estima el Gobierno para el 2021). 

Crisis financiera

A consecuencia de las medidas de apoyo a las familia y las empresas, necesarias para garantizar la supervivencia de la economía, la deuda pública en España se disparará y no bajará del 113,7 % del PIB hasta el 2022. Una carga que podría ser inasumible si no la UE no reacciona: «La recuperacion sufrirá sin una respuesta coordinada de las políticas nacionales o sin una respuesta común de la UE suficiente», alerta el documento que también pone el foco en el trato desigual que podrían recibir las empresas en función de su pasaporte y la capacidad de los Gobiernos de extender redes de estímulos fiscales. Esta situación no solo podría conducir a un aumento de las desigualdades entre países, también «amenaza la estabilidad de la Unión Monetaria», señala la Comisión, que espera unos estímulos «asimétricos» para la recuperación, poniendo a países como Alemania, de los menos afectados, en situación de ventaja. «La pandemia podría dejar cicatrices permanentes en la economía», sostiene el Ejecutivo comunitario. No descarta una espiral de crisis simultáneas que acaben en un terremoto bancario: «La posibilidad de una crisis financiera no se puede excluir», subraya. Y es que los problemas iniciales de liquidez de las empresas podrían convertirse en problemas de solvencia. Sin una respuesta fiscal intensa de los Gobiernos, la situación abocaría a una cascada de quiebras e impagos a los bancos, generando agujeros negros en sus cuentas. 

Por eso el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, instó esta mañana a España a gastar lo que haga falta sin pensar en la factura para mantener a flote a las empresas y los trabajadores, un mensaje que contrasta con el que promulgó la Comisión en la anterior crisis: «No es usual que los comisarios de economía inviten a países a gastar, pero ese fue el caso en los últimos dos meses. Las consecuendias de no gastar, de no intervenir, sin juzgar la calidad estas intervenciones, sería peor que las consecuencias de un déficit alto. Para afrontar esta crisis, y especialmente el riesgo de perder empleo en España, es absolutamente necesario gastar», aseguró el italiano, quien cree que no es el momento de hablar de ajustes y reformas. Todo lo contrario. Para garantizar que ningún país se queda atrás por no tener suficiente capacidad de fogueo, la Comisión ha anunciado que explorará la puesta en marcha de una «herramienta panaeuropea» de apoyo a las empresas a través de la inyección de capital. 

Los rescates, un tabú

El escenario económico trazado por las autoridad europea no incluye el coste de las medidas expansivas que están adoptando los Gobiernos y tampoco asume potenciales rescates. Esa posibilidad sobrevuela desde hace semanas el debate en torno a la respuesta a la crisis. Preguntado sobre una eventual solicitud de ayuda de España al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), Gentiloni indicó que es una «oportunidad» que se abre para los países con más problemas para financiarse en los mercados por los altos tipos de interés que tienen que abonar. No obstante, el comisario no quiso revelar si España se ha mostrado interesada: «La decisión corresponde a los Estados», zanjó. 

Recuperación incierta

¿Para cuándo la recuperación? No será ni este año ni el siguiente. «La recuperación será incompleta en España», señaló esta mañana Gentiloni. El escenario de un crecimiento en «V» parece optimista incluso para la zona euro. El equipo del italiano considera que es más realista hablar de una trayectoria en «U» en el mejor de los casos, pero no se atreve a trazar una letra para España e Italia. También lanzar una alerta temprana ante la relajación de las medidas de confinamiento: «Puede ser demasiado optimista porque no hay un tratamiento ni vacuna todavía. La relajación de las medidas de forma prematura podría provocar una segunda oleada», advierte la Comisión. 

La AIReF calcula que la economía caerá un 11,7 % este año si hay un rebrote

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal prevé un mayor impacto de las medidas y menos ingresos que el Gobierno

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) prevé una caída del PIB este año de entre el 8,9 % y el 11,7 % en función de la duración de la epidemia y de un posible rebrote, con una caída del empleo equivalente a tiempo completo de entre el 9,7 % y el 12,9 % y un déficit público que podría alcanzar el 13,8 % y la deuda el 122 % del PIB.

No obstante, el organismo también prevé una un repunte al año siguiente y para el 2021 augura un crecimiento de entre el 4,6 % y el 5,8 %, si bien estima un mayor impacto de las medidas para paliar el covid-19 y menos ingresos que lo calculado por el Ejecutivo.

Así se desprende del Informe sobre la Actualización del Programa de Estabilidad 2020-2021, en el que subraya la tarea «compleja» de la elaboración de previsiones y la asignación de probabilidades a un escenario concreto como venía haciendo con el programa del Gobierno, que prevé una caída del PIB del 9,2% este año y un repunte del 6,8 % en el 2021, con una tasa de paro del 19 % y el 17,2 % en cada caso, al tiempo que augura un déficit del 10,34 % del PIB este año y una deuda pública del 115,5 % del PIB.

La presidenta de la AIReF, Cristina Herrero, ha remarcado que hay que «trabajar» para salir de la situación «entre todos» y ha explicado que no hay información suficiente sobre las medidas y «dudas» sobre las características y el impacto de los ERTE. Además, ha apuntado que no será posible alcanzar la situación previa a la crisis en el 2021.

Herrero ha explicado que la AIReF ha establecido dos escenarios de evolución del PIB sobre la base de supuestos acerca de la duración temporal de la epidemia y del período de confinamiento, que condiciona el impacto de la «hibernación» de la economía; elementos de juicio sobre la influencia de determinadas características estructurales de la economía e incorpora en ambos escenarios el impacto macroeconómico de las medidas de política implementadas.

En concreto, el escenario 1 contempla que el fin del confinamiento se produce el 15 de mayo, hay recuperación gradual de la actividad económica, si bien las actividades relacionadas con el turismo y la restauración continúan afectadas hasta finales del 2020 por las medidas de distanciamiento social y es consistente con los escenarios de desescalada que el Gobierno presentó el 28 de abril.

En este escenario, la AIReF prevé una caída del PIB del 8,9 % este año y del 9,7 % en el empleo equivalente a tiempo completo, elevándose el déficit al 10,9 % y la ratio de deuda sobre PIB al 115 %. En el 2021, con este escenario, el PIB crecería un 4,6 % y el empleo un 2,6 %, mientras que el déficit sería del 7,5 % pero la deuda pública subiría al 117 %.

Bajo el escenario 2 la AIReF contempla que se produce una evolución más adversa de la epidemia y una menor capacidad de recuperación, el fin del confinamiento se produce el 15 de mayo, pero el coronavirus tiene un rebrote estacional que obliga a confinar a la población un mes adicional en otoño y se considera que la mayor duración conlleva mayores dificultades financieras de las empresas y hogares y un menor crecimiento del comercio mundial.

En este escenario prevé una caída de la economía del 11,7 % este año y del empleo del 12,9 %, al tiempo que el déficit subiría al 13,8 % y la deuda pública al 122 % del PIB. Para el 2021 estima que con el escenario 2 habría un crecimiento económico del 5,8 % y del empleo del 3,1 %, si bien el déficit público alcanzaría el 9,4 % y la deuda subiría al 124 % del PIB.

En ambos escenarios se considera que las actividades relacionadas con el turismo no recuperarán sus niveles de actividad normal a lo largo del 2020.

Prevé un mayor impacto de las medidas

En cuanto al impacto de las medidas, estima que hasta la fecha suponen un incremento del déficit entre 3,3 y 4,2 puntos del PIB. El Programa de Estabilidad lo cifra en 30.742 millones, el 2,7 % del PIB, sin embargo la AIReF lo eleva en el escenario 1 a 37.792 millones, el 3,3 % del PIB, y a 46.500 millones en el escenario 2, el 4,2 % del PIB.

La caída de la actividad económica, una vez eliminado el impacto de las medidas, supondrá un incremento del déficit entre 4,6 y 6 puntos del PIB, según la AIReF.

Menos ingresos que el Gobierno

En cuanto a los ingresos, estima que se situarán en el 2020 entre el 39,5 % y el 39,4 % del PIB, ambos escenarios por debajo del 41,2 % previsto en el Programa de Estabilidad.

Las diferencias se producen en todas las principales figuras impositivas, ya que mientras el Gobierno estima un 23,5 % de impuestos, la AIReF lo sitúa entre el 22,3 % y el 22,1 % en cada escenario. De su lado, la previsión de gasto del 51,5 % del PIB en el Programa de Estabilidad se encuentra entre los dos escenarios de la AIReF, 50,4 % y 53,2 % sobre el PIB.