«Lo importante es la salud del personal y la protección de la compañía», afirma el director, Ignacio Bueno
14 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La industria gallega del automóvil, con PSA al frente, arrancó ayer la actividad después de un prolongado paro de 60 días, que ha estado condicionado por la reactivación de la multinacional francesa en su país matriz. En este tiempo, ha puesto en marcha dos ERTE. El primero, por causa de fuerza mayor, para el actual estado de alarma; y el segundo, por causas organizativas.
Con el objetivo de una producción récord hecho añicos por el desplome del mercado, Ignacio Bueno, el director de PSA Vigo, dirigió un mensaje a la plantilla apelando a la prudencia, y garantizando la seguridad en el centro de producción. «Los principios de esta reapertura se basan en la protección de la salud de los trabajadores y en la protección de la compañía», manifestó.
«Nuestro planteamiento es empezar a producir de forma progresiva teniendo siempre en cuenta la demanda del mercado», añadió Bueno.
La dirección de PSA Vigo repartió 80.000 mascarillas y 5.000 pantallas faciales entre los 1.600 empleados (de un total de 7.400) que retomaron la producción de vehículos en las dos líneas de montaje. Fuentes de la empresa explicaron que también se han entregado 5.000 botes de gel hidroalcohólico de uso personal, 3.000 gafas y 4.500 dípticos informativos con las normas de seguridad que se deben respetar en este arranque por fases, aunque con las dos líneas de montaje activas. La línea 1 reanudó la producción de los modelos Peugeot 2008, Peugeot 301 y Citroën Elysée; mientras que la línea 2 comenzó a trabajar en el ensamblaje de Peugeot Rifter y Partner, Citroën Berlingo, Opel y Combo; Toyota Proace City, Citroën C4 Space Tourer y Citroën Grand C4 Space Tourer.
Ignacio Bueno puso en valor el trabajo realizado para elaborar el protocolo de medidas de seguridad puesto en marcha con la vuelta al trabajo y que fue acordado con la mayor parte de los sindicatos, aunque rechazado por CUT y CIG.
Destacó la importancia de que las personas con síntomas de coronavirus no acudan al trabajo y explicó que se controlará la temperatura de los empleados cuando accedan a la planta, así como que se intensificarán las labores de limpieza de las instalaciones.
Cuando el pasado 18 de marzo se detuvo la producción, de PSA Vigo salían 2.358 coches al día. Ese volumen de actividad ya no se recuperará, al menos eso es lo que la multinacional ha avanzado a los representantes de los trabajadores. La multinacional francesa tenía previsto batir este año su récord de producción, para el que programó la fabricación de 600.000 vehículos.
Fuentes sindicales aseguran que, en el caso de que el mercado responda a partir del segundo semestre, las estimaciones con las que trabaja la factoría gallega contemplan cerrar el año con una caída de la producción de entre un 20 y un 25 %, sobre ese objetivo de los 600.000 coches, aunque reconocen estas fuentes que se trata de la estimación más optimista.