Sostiene que la banca europea tiene colchón para afrontar las pérdidas por el covid-19
25 may 2020 . Actualizado a las 19:05 h.La pandemia ha sacudido todo: los hábitos, el empleo y también la estabilidad de la economía. Uno de sus grandes pilares, el sistema financiero, asiste en vilo a la reactivación del tejido productivo tras casi dos meses y medio de hibernación. Y lo hace sin saber quiénes podrán resistir y si podrá seguir en pie tras el terremoto.
Afronta por delante un año de enorme volatilidad y con el reto de contener un fenómeno potencial de quiebras en cadena. Serán la retaguardia de la crisis, el último eslabón en caer enfermo y el sector encargado de seguir bombeando dinero. Pero esta labor no está exenta de riesgos. La Autoridad Bancaria Europea (EBA) alertó hoy en un informe preliminar de los problemas que podrían atravesar algunas entidades expuestas en exceso a sectores como el turístico o la restauración, según apunta EFE. Aunque no puso nombre y apellidos a las entidades, de entre las 117 analizadas, las advertencias apuntan a algunas españolas con problemas para superar los últimos test de estrés y que están estrechamente vinculadas a estas actividades de enorme peso estructural para la economía. El informe señala que en estos casos, es posible que no cuenten con capital suficiente para poder hacer frente a un aluvión de impagos a consecuencia de la pandemia: «Podría haber bancos débiles, con problemas previos o expuestos a los sectores más afectados por la crisis, haciendo frente a desafíos más duros», asegura la EBA antes de instar a las autoridades a apuntalar cualquier talón de Aquiles.
Resistente
Aunque el informe abre el espacio a un escenario de fusiones tras la crisis del covid-19, también reconoce que la banca europea parte con un buen estado de salud para resistir al virus. Tras una década de reestructuraciones y recapitalizaciones, los bancos cuentan con un colchón cómodo para lidiar con cualquier eventualidad: «Deberían permitir a los bancos soportar las posibles pérdidas por riesgo de crédito», señala el organismo que, basándose en datos de los últimos test de estrés (2018), calcula que el riesgo de pérdidas de activos por riesgos podría situarse en una horquilla de entre el 2,3 y el 3,8 %. Teniendo en cuenta que el conjunto del sistema bancario dispone de una cobertura del 5 %, las entidades dispondrían al menos de un 1,1 % de margen.
La progresiva reducción de su exposición a los créditos dudosos y la ampliación del ratio de capital de máxima calidad del 9 % en el 2009 al 14,9 % en diciembre del 2019, le facilitará las maniobras, pero la EBA alerta de los vaivenes que pueden sufrir las entidades en los mercados, donde han experimentado enormes pérdidas, y de la preocupante baja rentabilidad del sector a consecuencia, entre otros factores, de los altos costes de sus estructuras y la política sostenida de bajos tipos de interés.