La multinacional francesa incorporará la joyería estadounidense a su conglomerado en enero del 2021
29 oct 2020 . Actualizado a las 12:56 h.El magnate del lujo Bernard Arnault, que lidera la multinacional francesa Moët Hennessy Louis Vuitton (LVMH), ha logrado sus propósitos. Incorporar a su conglomerado la cadena estadounidense de joyerías Tiffany por menos dinero de lo acordado en un principio. Hace meses y antes de que la pandemia se extendiese por todo el mundo. LVMH se hará con la joyera de lujo rebajada. El precio de su oferta de compra será de 131,50 dólares por acción en efectivo, frente a los 135 dólares acordados en noviembre del 2019, lo que reducirá el importe de la transacción a unos 15.700 millones de dólares (13.402 millones de euros), frente a los 16.200 millones de dólares (13.830 millones de euros) previstos.
«Otros términos clave del acuerdo de fusión se mantienen sin cambios», anunció la compañía gala, subrayando que Tiffany y LVMH también acordaron resolver su litigio pendiente en el Tribunal de Delaware (Estados Unidos), que tenía previsto dirimir en enero del 2021 la disputa entre ambas empresas.
De este modo, las dos empresas confían en completar la fusión a principios de 2021, a la espera de lograr el respaldo de los accionistas de la cadena de joyerías.
«Este acuerdo equilibrado alcanzado con el consejo de administración de Tiffany permite que LVMH trabaje en la adquisición con confianza y reanude las conversaciones con la dirección de Tiffany sobre los detalles de la integración», declaró Bernard Arnault, presidente y consejero delegado de LVMH.
«Estamos muy contentos de haber llegado a un acuerdo con LVMH a un precio atractivo y poder proceder ahora con la fusión», apuntó Roger Farah, presidente del consejo de Tiffany. «La junta directiva concluyó que lo mejor para todos nuestros accionistas era lograr certeza sobre el cierre», subrayó.
La Comisión Europea había autorizado esta semana la compra de Tiffany por LVMH al concluir que la operación no tendrá un efecto negativo en el espacio económico europeo ni en una parte sustancial del mismo. A pesar de que la actividad de estas dos marcas de lujo se solapa en el sector de la joyería, el Ejecutivo comunitario considera que la operación no plantea problemas de competencia porque se trata de un mercado en el que ya hay varios proveedores importantes y al que recientemente se han sumado otros competidores.