Cafés Candelas encuentra en la tecnología el activo para fortalecer su modelo de negocio

En menos de medio siglo, Cafés Candelas se ha convertido en la marca de café referente en la hostelería. La pandemia representará un paréntesis en la progresión de esta empresa familiar con sede en Lugo, cuya segunda generación está al frente de un negocio que a cierre del 2019 elevó sus ventas hasta los 63 millones de euros, cuenta con cerca de 350 empleados y un mercado que se extiende a toda la península, Andorra y EE. UU. Alejandro Álvarez, director financiero de la compañía, reconoce que en el recorrido de estos 45 años, Cafés Candelas no ha estado solo. Su implantación ha ido pareja a su desarrollo como empresa, con la innovación como impronta en su filosofía de expansión y, para ello, ha contado con la colaboración de especialistas. «Disponemos de partners que se caracterizan por ser muy activos a la hora de proponernos soluciones».

-¿La progresión del negocio de Cafés Candelas les ha convertido en líderes monomarca dentro de España en poco más de una década?

-En el 2007 iniciamos un plan de expansión a cuatro años en el que conseguimos duplicar el volumen de negocio y pasar de ser una empresa centrada en Galicia y Castilla y León, a tener dimensión nacional a partir de la política de adquisición de empresas. Nuestro objeto social es la fabricación y elaboración de café tostado y productos complementarios y nuestro mercado principal es todo el canal horeca, donde aglutinamos el 90 % de nuestro negocio. Toda nuestra producción está en Lugo y a partir de ahí distribuimos de manera capilar a nuestros clientes de hoteles, restaurantes y cafeterías, cerca de 20.000, el 10 % de este canal en España.

-¿Un salto de envergadura?

- Este segmento es muy competitivo y está muy atomizado. Nuestra fuerza radica en que disponemos de distribución propia y muy capilar, llegamos a cualquier punto de venta con personal propio. Además, el café necesita un tratamiento, una formación específica, asesoramiento, unos servicios complementarios por parte de quien lo haga en la maquina de una cafetería. Nosotros trabajamos café de alta gama, y nuestro departamento de I+D innova constantemente, para mejorar nuestros blends. Y luego está la parte del procesado en el punto de venta, ahí va a depender dos factores: de la mano de quien lo haga y de la máquina. En esos dos puntos estamos muy focalizados; la máquina, además de ser buena, debe disponer de los servicios complementarios necesarios (mantenimiento, servicio técnico y limpiezas) con formación en el punto de venta.

-¿Han implantado la digitalización en los procesos mucho antes de que este término se haya socializado?

-La digitalización la iniciamos con el plan de expansión del 2007. Entonces éramos muy ágiles porque facturábamos 20 millones y estábamos muy focalizados territorialmente; era más fácil. Pero, de repente el mapa cambió. Ahora estamos en todos los sitios, pasamos de cien empleados a cerca de 400. Lo primero que hicimos fue movilizar a toda la fuerza de ventas y que todos los comerciales no dependieran de una conexión física para hacer su trabajo, sino que automáticamente estuviese conectado con nosotros. El segundo punto fue el trabajar en la nube (2009), flexibilizando la labor de los comerciales con independencia de dónde se encontrasen. Una práctica que nos reportó enormes ventajas en el confinamiento

-¿Introdujeron nuevas herramientas a medida que crecían?

-El crecimiento nos obligó a cambiar toda la arquitectura de funcionamiento. En el 2010, introdujimos SAP para tener la cadena de producción hasta la venta en un mismo sistema, robusto, capaz de aguantar nuestro volumen de operaciones. Sacamos los servidores de nuestras instalaciones para irnos a un Centro de Producción de Datos (CPD) que nos permitiese seguir creciendo al tiempo que nuestros datos quedasen custodiados.

-¿Y continúan avanzando con más desarrollos?

-Hace tres años iniciamos un proceso de implantación de nuestro CRM, que nos permite avanzar todavía más a nuestra fuerza de ventas con una única herramienta. Ahí se canalizan ventas, oportunidades con nuestros clientes, solicitudes, servicio técnico, etc.

-¿Como interviene la digitalización en el proceso de fabricación y puesta en el mercado?

-Siempre que abordamos la automatización, uno de los criterios que prevalecen es la eficiencia. Hacer más con menos y hacerlo mejor. Con la digitalización partimos de poner al cliente en el centro de todas nuestras decisiones.

La sensorización para mejorar la calidad de la taza

En esta aventura tecnológica, Cafés Candelas trabaja mano a mano con varios partners innovadores para desarrollar su transformación digital. Alejandro Álvarez reconoce cómo Vodafone lo acompaña en este proceso «cuando movilizamos la fuerza de ventas contamos con su ayuda. Esta compañía tiene un ecosistema de soluciones digitales y de partners que le permite ser muy proactivos en la propuesta de soluciones tecnológicas de valor. Cada uno, a su escala, estamos muy centrados en la innovación».

Y pone como ejemplo el proyecto que tienen en marcha para monitorizar las máquinas que dispensan café. «Estamos piloteando varias soluciones que permitan monitorizar los parámetros de las máquinas que tenemos en los puntos de venta con un doble propósito: mejorar la calidad de la taza de café y prevenir y minimizar averías. El uso del dato nos permite ser predictivos y lograr ajustar los valores para que la maquinaria esté siempre en perfecto estado. Es un proyecto en el que también está involucrado Vodafone a través de su red de partners», explica el director financiero.

Para el directivo, rodearse del conocimiento que proporciona esta operadora, «nos permite centrarnos y especializarnos en lo que nos gusta y sabemos hacer: tostar muy buen café y servirlo a nuestros clientes. Necesitamos ayuda para evolucionar nuestro negocio por medio de la tecnología y contar con el apoyo del universo de soluciones de Vodafone es de gran ayuda en nuestro crecimiento y desarrollo estratégico», asegura.

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