Fainé descarga en Brufau la responsabilidad de vigilar el asalto de Sacyr y Pemex a Repsol
ECONOMÍA
El expresidente de La Caixa y el responsable de la petrolera niegan ante la Audiencia Nacional haber contratado al comisario para espiar a Del Rivero
07 may 2021 . Actualizado a las 19:22 h.El presidente de Repsol, Antonio Brufau, y el de la Fundación Bancaria La Caixa, Isidro Fainé, declararon este viernes en la Audiencia Nacional en calidad de investigados en el marco del 'caso Villarejo'. El juez instructor, Manuel García-Castellón, citó a ambos el pasado 15 de abril al apreciar indicios de un presunto cohecho en el marco de la pieza separada número 21, relativa a los servicios contratados por ambas sociedades al comisario jubilado José Manuel Villarejo para que espiara en el 2011 y el 2012, presuntamente, a Luis del Rivero, entonces máximo responsable de Sacyr Vallehermoso. La constructora se había aliado con la petrolera mexicana Pemex para ampliar su participación en Repsol.
Fainé declaró este viernes por espacio de una hora. Según fuentes próximas al expresidente de La Caixa, negó cualquier «irregularidad» por su parte en la investigación de la contratación de la empresa Cenyt, propiedad de Villarejo. «No tengo el más mínimo conocimiento. Ni participé en la selección, ni en la contratación, ni en el pago del proveedor, ni tenía la más mínima idea de la empresa que Repsol había contratado ni de quién era Villarejo, ni mucho menos si se había contratado a un funcionario de policía en activo», dijo.
El banquero de 78 años, además, señaló que Brufau le comentó el «encargo» por la conveniencia de tener más información empresarial sobre el «pacto Sacyr-Pemex, para poder responder a este desde una dimensión corporativa».
«Me informó de que Repsol ya tenía contratado un encargo, que lo llevaba su director de seguridad corporativa (Rafael Araujo), y me propuso compartir la información», declaró.
Sobre las noticias que recibió en aquella época de estos trabajos de seguridad, Fainé comentó al juez que «de vez en cuando» se reunía con su director de seguridad en CaixaBank, Miguel Angel Fernández Rancaño, para hablar de estos servicios, aunque la información que le aportaba era «de muy escaso interés». «Nunca me entregó informes ni documentos ni me habló de conversaciones o información personal sobre Luis del Rivero».
«Claramente lesivo»
Tras Fainé llegó el interrogatorio a Brufau. Según fuentes jurídicas, el presidente de Repsol negó su participación o conocimiento en la empresa contratada. «Nunca jamás di instrucciones en este sentido», afirmó. Asimismo, explicó que su actuación estuvo encaminada «única y exclusivamente» en salvaguardar los intereses legítimos de los accionistas de la compañía, incluida La Caixa, accionista de referencia, ante el pacto Sacyr-Pemex.
Un movimiento que en 2011 se consideró «claramente lesivo» y que incluso contaba con la oposición de «importantes accionistas» de la constructora dirigida por Del Rivero.
Brufau añadió que su secretario general Luis Suárez de Lezo, también investigado, le trasladó que se iba a contratar con una empresa de inteligencia financiera para conocer las pretensiones de Sacyr. Un cometido, en todo caso, que dependía directamente del departamento de Seguridad, dirigido entonces por el investigado Rafael Araujo, que fue comisario como Villarejo.
Suárez de Lezo declaró este jueves al juez que él no encargó a Araujo que contratara a la empresa de Villarejo y calificó la operación de Sacyr y Pemex de «auténtico concierto hostil». El objetivo, afirmó, era desintegrar la compañía, «robar» la tecnología de Repsol de aguas profundas y quedarse además con profesionales cualificados.
En su auto de imputación de 26 páginas, el juez García-Castellón justificó la investigación de Brufau y Fainé por «una reacción conjunta promovida» por ambos en «confluencia de intereses». La resolución detalla que el precio de los servicios pagados a Cenyt ascendió a 389.400 euros, a cambio de los cuales se hicieron seguimientos y se recogieron tráficos de llamadas y datos privados del constructor y otros implicados en esta operación.
Este fue el caso del hijo de Del Rivero o de Rodrigo Alvarez, encargado de seguridad de Sacyr. El propio empresario murciano fue quien pidió la imputación de Fainé y Brufau tras conocerse los pormenores del espionaje a partir de los audios y documentos intervenidos a Villarejo.