Amelia Pérez se convierte en la primera mujer que llevará las riendas de CC.OO. en Galicia

ECONOMÍA

La nueva secretaria xeral prometió «escoita, empatía e traballo en equipo» para liderar una etapa marcada por el feminismo
22 may 2021 . Actualizado a las 12:53 h.«Nós decidimos o que facemos coas nosas vidas». Amelia Pérez Álvarez, Meli, escogió esta frase de Xela Arias, la homenajeada en las Letras Galegas de este año, al subir a la tribuna para pronunciar el discurso de cierre del 12.º congreso nacional de Comisións Obreiras de Galicia, celebrado en Santiago, tras convertirse en la primera mujer que asume la secretaría xeral de la organización en sus 45 años de vida. La hasta ahora secretaria xeral del sindicato en Vigo prometió «escoita, empatía e traballo en equipo» para dirigir esta nueva etapa que estará más marcada que nunca por el feminismo.
«Somos pioneiras en feminismo e a ver se aprenden o resto dos sindicatos da nosa comunidade», proclamó desafiante Meli Pérez, que también evocó a Emilia Pardo Bazán como «precursora dos dereitos das mulleres actuais», así como a Eduardo Galeano para infundir ánimo entre los delegados y asegurar que, también en las relaciones laborales, mucha gente pequeña haciendo cosas pequeñas puede cambiar el mundo y el devenir de la historia.
La nueva responsable de CC.OO. en Galicia está decidida a empezar dicho cambio dando la batalla del relato, disputando la forma de salida de la actual crisis provocada por el coronavirus y el reparto de la riqueza. Advirtió que lo que aguardan son tiempos difíciles en los que habrá quien pretenda «destruir o capital do traballador», así que llamó a estar vigilantes para impedirlo y a trabajar en Comisiones desde la unidad.
Pese a que Amelia Pérez fue la única candidata a asumir la secretaría xeral tras la renuncia por sorpresa de Ramón Sarmiento, sí dará cabida a varios representantes de la candidatura liderada por Leila Piñeiro para los demás órganos, como la ejecutiva nacional, para la cual la lista de Amelia Pérez obtuvo 97 votos y la de Piñeiro, otros 53, lo que dará una dirección conformada por siete nombres de una candidatura y cuatro más de la segunda. Son los siguientes: Santiago Huertas, Yolanda Martínez, Armando Iglesias, Rita Gippini, Xesús Castro, María del Carmen Bouza y Antonio Millares, a los que se suman la propia Leila Piñeiro, así como Juan Carlos López Corbacho, Carmen Adela Sabio y Francisco Méndez.
El secretario general de CC.OO., Unai Sordo, participó en la clausura del congreso, que se demoró más de lo previsto. Aprovechó su intervención para advertir que está cambiando «la rasante de la carretera» y es un buen momento para trasladar al ámbito político la agenda social que propugna el sindicato, favorable a seguir aumentando el salario mínimo, hasta que represente el 60 % del sueldo medio, y a llegar a un acuerdo para la reforma de las pensiones, que depende, dijo, de que se elimine el factor de sostenibilidad para que se revaloricen según el incremento de los precios.
Una trabajadora de Zara para romper con el metal
A. PAscual
Con su paso al frente en Comisiones Obreras de Galicia, Amelia Rodríguez (Moaña, 1970) vuelve a romper moldes. Esta diplomada en turismo y trabajadora de Zara se convirtió en delegada sindical en 1999 y asumió el cargo de secretaria comarcal de Vigo en el 2012, convirtiéndose en la primera mujer que lo hacía y en acabar con la tradición de que dirigentes curtidos en el sector del metal (astilleros y automoción) se sucediesen en el mando. Relevó entonces al histórico José Cameselle y ahora hace lo propio con Ramón Sarmiento, ambos trabajadores de Barreras.
Meli es una férrea defensora del diálogo con las empresas para lograr la vertebración de la política sindical (lleva 23 años afiliada a CC.OO.) y se considera capaz de entonar el mea culpa y hacer autocrítica sin complejos.
Amelia Pérez ha ascendido al cargo en un momento crítico para el mundo laboral, con la misión de brindar velocidad a la toma de decisiones y de lidiar con la necesaria reactivación de los cerca de 27.000 trabajadores que siguen en ERTE en la comunidad. Las demás consecuencias económicas y sociales derivadas de la emergencia sanitaria también aprietan y la obligan a fajarse.