La Comisión Europea mantendrá la disciplina fiscal en suspenso hasta el 2023
02 jun 2021 . Actualizado a las 15:44 h.No es el momento de levantar las espadas por la situación de las finanzas públicas. La pandemia ha dejado trastocadas las cuentas de todas las Haciendas nacionales europeas, también la española. Por eso Bruselas ha optado este miércoles por bajar el tono y aplazar hasta el 2023 la reactivación de la disciplina fiscal, suspendida desde marzo del 2020. Y es posible que se haga en varias fases: «Las situaciones específicas por países se seguirán teniendo en cuenta tras desactivar la cláusula general de escape (que mantiene congeladas las normas)», anunció esta mañana la Comisión Europea.
España tendrá más oxígeno para poner en orden sus cuentas, aunque según los expertos comunitarios, su déficit no conseguirá bajar del 3 % del PIB en el horizonte cercano. Al menos con las actuales reglas de estabilidad en la mano, que fijan para la deuda pública un umbral máximo del 60 % del PIB. ¿Podrían cambiar? Eso quieren algunos países y los comisarios del ramo económico están por la labor de revisarlas. No así las autoridades alemanas y holandesas. «Reiniciaremos los debates en la segunda mitad del 2021. No tenemos soluciones en el bolsillo para construir consensos. No será fácil», reconoció el comisario de Economía, Paolo Gentiloni.
Ante la incertidumbre sobre el calendario de recortes que tendrá que acometer España, Bruselas ha recomendado al Gobierno que vaya solventando algunas deficiencias que han detectado en sus planes nacionales de estabilidad y reformas. La principal recomendación tiene que ver con el gasto corriente, que tantas veces utilizan los Ejecutivos con fines políticos, como el aumento sostenido de las pensiones o los salarios de los funcionarios públicos, dos medidas que no tienen impacto en el crecimiento potencial ni caminan en la dirección correcta para garantiza la sostenibilidad de unas finanzas públicas. que ya llegaron debilitadas a la pandemia. En lugar de primar a pensionistas y jubilados, Bruselas sugiere poner el foco en el gasto social para los colectivos más vulnerables que aún hoy están al margen del sistema: «Recomendamos prestar especial atención a la composición de las finanzas públicas, tanto del lado de los ingresos como de los gastos de los Presupuestos. Y a la calidad de las medidas presupuestarias, para garantizar una recuperación inclusiva y sostenible, priorizando inversiones que fortalezcan el crecimiento y reformas estructurales que contribuyan a la sostenibilidad de las finanzas públicas a largo plazo. Incluyendo aquellas que refuercen la cobertura, adecuación y sostenibilidad de los sistemas de protección social y sanitaria para todos». La receta es clara: «Las medidas deberían evitar crear una carga permanente en las finanzas públicas».
Bajar impuestos al trabajo
Siempre ha sido prerrogativa de los sucesivos Gobiernos decidir dónde y cómo pasar la tijera. Algunos optaron por subir impuestos a las clases medias y bajas para cubrir los agujeros fiscales, pero la Comisión Europea no está de acuerdo con ese enfoque. Este miércoles, en sus recomendaciones a España, sugiere de forma explícita que se reforme el sistema público de ingresos para hacerlo «más eficiente y justo». Una petición que se extiende al resto de países: «Las reformas de la fiscalidad deben orientarse hacia los impuestos medioambientales y no al empleo. Hay que luchar contra la competencia fiscal tan perjudicial», sostuvo Gentiloni.
Plan de ajustes
«España va a afrontar riesgos altos sobre su sostenibilidad fiscal a medio plazo», recuerda la Comisión, antes de pedir al Gobierno que prepare un plan de ajuste para cuando la economía recupere a niveles del 2019. Por ahora, los cálculos del Ejecutivo español generan muchas dudas. En primer lugar porque no cuantifica el impacto en los ingresos y los gastos de los fondos procedentes del Next Generation EU, sobreestimados, según Bruselas: «Se espera una absorción más gradual de las ayudas». Hasta que llegue el momento, recomienda seguir con las políticas de estímulo y retirar los paraguas de protección del empleo como los ERTE poco a poco, acompañando el proceso de medidas para buscar empleo rápido a quienes pierdan su trabajo por el camino: «No podemos congelar demasiado la economía, tampoco el mercado laboral. Pero tenemos que hacerlo con medidas muy concretas para que las personas encuentren lo más rápidamente posible un puesto de trabajo», reclamó el comisario de Empleo y Derechos Sociales, Nicolas Schmit.