Pilar Otero: «La Administración no ha estado a la altura durante la pandemia»
ECONOMÍA
Los gestores administrativos, desbordado, denuncian fallos en los sistemas telemáticos
31 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Este lunes terminará el plazo para poder inscribirse en las pruebas de acceso al título de Gestor Administrativo en Galicia. Pilar Otero preside desde el año 2015 el Colegio Profesional y anima a cualquiera que cumpla los requisitos, y que tenga «vocación de servicio» a presentarse al examen. Por si alguien no conoce la profesión, la describe: «Nosotros tendemos puentes entre la administración y el ciudadano». Durante la pandemia, se volvieron esenciales para gestionar los ERTE y las ayudas. Este año presentaron 100.000 declaraciones de la renta, un 30 % más que años anteriores. Además, denuncian que el sistema telemático de la administración es un desastre.
—¿Se han encontrado desbordados?
—Totalmente. Desde que se decretó el estado de alarma, hemos tramitado decenas de miles de ERTE y subvenciones. La administración ha estado cerrada a cal y canto. No han estado a la altura en su capacidad tecnológica, muchos problemas se han presentado porque las propias herramientas de la administración se bloqueaban.
—Han denunciado fallos en el programa con el que se elaboran las declaraciones de la renta.
—Ha habido momentos en los que no se podía trabajar. Insisto, los sistemas telemáticos de la administración no están preparados para el volumen de declaraciones de la renta que hay que presentar en los últimos días de plazo.
—Un 98 % de ellas incluyeron errores que, de no ser corregidos, harían a los gallegos perder dinero.
—Hay que revisar muy bien los datos que tiene la Agencia Tributaria. En las deducciones es, de hecho, donde suele haber más errores. Los gestores vamos a intentar siempre que al ciudadano no le devuelvan menos que lo que le tendrían que devolver, ni pague más que lo que tendría que pagar.
—¿Tienen constancia de que todavía haya empresas a las que no les han llegado ayudas?
—El tema de las ayudas es muy limitado. Llegan a poca gente y las que llegan son insuficientes. Tendrían que haber sido ágiles e inmediatas. A los autónomos y empresas se les ha impedido desarrollar su actividad y han seguido teniendo gastos. Hemos insistido en que deberían compensarles por ello. Las ayudas llegarán un año y medio tarde, y no a todos, porque no todos los negocios están incluidos en el Real Decreto.
—¿Han funcionado las líneas ICO?
—Han cumplido su cometido, pero no olvidemos que son préstamos que hay que devolver. Todavía quedan empresas que no han podido volver a la normalidad, otras se han quedado por el camino. Pese a las prórrogas, estos préstamos habrá que devolverlos y la situación no avanza en la dirección adecuada.
—¿Qué hará falta cuando los ERTE desaparezcan?
—Es que inevitablemente, más tarde o más temprano, van a desaparecer. Hemos advertido que muchos de esos ERTE se convertirán en ERE. Si las empresas no entran en vías de recuperación tendrán la necesidad de reducir esos puestos de trabajo. Ayudar a los empresarios no les beneficia solo a ellos, sino a esos trabajadores que están en el limbo. Cuando dejen de prorrogarse estas medidas va a hacerse patente el problema que está ahí.
—Los gestores administrativos van a ser claves en el desembolso de los fondos de recuperación. ¿Qué hará falta para que el dinero llegue realmente a las pymes ?
—Primero, es fundamental tener en cuenta que las pequeñas y medianas empresas representan un 90 % del tejido industrial. Pedimos a los políticos que entiendan las circunstancias, que bajen al ruedo y conozcan los problemas de las pequeñas empresas. Los requisitos para ellas deben ser asumibles, porque si no son asumibles, como de momento estamos constatando, muchas no podrán acceder a los fondos.
—El Gobierno ha presentado un anteproyecto de ley para poner en marcha sociedades sin el mínimo obligatorio de 3.000 euros.
—Todavía conocemos poca información al respecto. Ahora se pretende que con un euro se pueda constituir una sociedad limitada, pero el problema no es ese dinero, sino la poca agilidad que hay en la administración y la cantidad de trámites necesarios en el proceso. Si no se cambia eso, la creación no se va a agilizar.
—¿Cómo valoran la implantación estos meses del registro retributivo?
—Se podría haber hecho muchísimo mejor. Sobre todo por el momento en el que se ha implantado. Desde hace meses estamos sometidos a un diluvio constante de normas que los negocios deben cumplir e implantar. Creo que no era el momento más adecuado porque ha cogido a las empresas en un momento en el que su problema fundamental era subsistir.