«Mis inquilinos se marcharon y ya no puedo cobrarles la factura de la luz»

Es la tercera vez que María Suárez se acerca a la oficina que Naturgy tiene en el centro de A Coruña. Ninguna de las tres visitas tuvo final feliz. María tiene un inmueble que habitualmente destina al alquiler. Sus inquilinos son, por lo tanto, los encargados de abonar el importe de las facturas de la luz, entre otras cosas. Pero los últimos abandonaron la casa hace ya tres meses y se fueron sin poder pagarlas. Porque no llegan. El motivo es un supuesto fallo en los sistemas informáticos de la distribuidora que está provocando retrasos de varios meses en la emisión de facturas.

«¿Cómo les reclamo yo el dinero si ya se han marchado?», se queja María. Ahora deberá pagarlas ella. Pero tampoco sabe cuándo: «He venido aquí varias veces y solo me dicen que lo sienten, pero que hubo un error en toda España». La pasada primavera todas las compañías eléctricas reprogramaron sus contadores para adaptarlos al nuevo sistema de tramos que entró en vigor el 1 de junio. Los de Unión Fenosa de Distribución (UFS), filial de Naturgy y principal distribuidora de Galicia, presentaron problemas técnicos, de ahí los retrasos.

Tampoco le llegan las facturas a Marcos Rodríguez. Este joven coruñés lleva cuatro meses sin que en su buzón aparezca el recibo correspondiente. Antes le llegaba cada mes y medio o cada dos, como máximo. La luz lleva semana encadenando récords histórico y Marcos tiene miedo del importe al que tendrá que hacer frente. En Naturgy le ofrecerán fraccionar los pagos cuando llegue el momento, «es la única solución que me dan, pero de las facturas no sé nada, dicen que ya llegarán», relata este cliente. La compañía alega que se trata de «una causa externa», explica Marcos: «Si yo me quedo sin trabajo y no puedo pagarles, también sería una causa externa y ellos me cortarían la luz igualmente».

El temor a lo que se avecina es la principal motivación de los que se acercan a reclamar a la oficina de la compañía. Otra de las afectadas es Amparo Gil, que dice saber de buena tinta que «los recibos están siendo mucho más altos de lo habitual». Ha pasado el verano fuera de casa, pero hace meses que no puede pagar la luz porque «no llega». Por eso acude a la oficina. También para saber lo que está consumiendo y no ir a ciegas en un momento en el que no estar pendientes del gasto eléctrico puede pagarse muy caro. «Por ahora me han dicho que tengo que llamar a atención al cliente, pero nada más», asegura Amparo.

Casas vacías

El retraso en las facturas no es el único problema al que aluden los clientes. Uno de ellos, que prefiere no facilitar su nombre, explica que le han llegado recibos de luz «desorbitados» de una casa «de la aldea» donde hace meses que no vive absolutamente nadie. El hombre insiste a la compañía en que ha tenido que ser un error y Naturgy, dice, «lo ha admitido». Por ahora no le han dado ninguna solución y debe seguir esperando. Eso sí, «reconocen que el 31 de mayo hubo un error general con el cambio de medidas», explica.

Aunque en la mayoría de los casos, los problemas en los contadores han derivado en retrasos con la factura, en otros, se han efectuado lecturas estimadas. Si el consumo no está bien registrado por problemas en los contadores, estas lecturas serán más elevadas de lo normal, y en consecuencia, lo que al consumidor le toque pagar.

La distribuidora ha aclarado que una vez se obtenga la lectura real, estos importes se regularán en próximas facturas y se descontará la cantidad excedida, si fuese necesario

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