El rey agradece a los empresarios gallegos los últimos 40 años de «transformación y prosperidad»
ECONOMÍA
Felipe VI participa en Santiago los actos de aniversario de la Confederación de Empresarios de Galicia
12 nov 2021 . Actualizado a las 17:54 h.El rey de España visitó este viernes por quinta ocasión la comunidad gallega durante este año para celebrar el 40 aniversario de la Confederación de Empresarios de Galicia. Felipe VI, que participó en un almuerzo en Santiago con emprendedores y representantes sociales, destacó que estas cuatro décadas de existencia no son casuales, sino que coinciden con un período de tiempo «corto en términos históricos, pero extenso en lo que a acontecimientos se refiere». Citó, entre otros hitos, la aprobación del Estatuto de Autonomía de Galicia o la constitución del primer Parlamento: «El sector empresarial gallego no quiso ser ajeno a aquel momento inaugural y se dotó de una herramienta asociativa que le permitiera formar parte del proceso que entonces se iniciaba. Aquel nuevo escenario se resume en la libertad de iniciativa», afirmó, y ha derivado en un panorama «rico en experiencias, realidades y posibilidades», demostrando que Galicia cuenta con un tejido empresarial «diversificado, abierto a los mercados desde multinacionales a pequeñas y medianas empresas que supieron responder a demandas concretas con ofertas especializadas».
Felipe VI reconoció que en el tiempo en el que la CEG ha desarrollado su actividad se han vivido «situaciones difíciles», que obligaron a tomar decisiones complejas; y otras «muy difíciles», como la actual crisis sanitaria, para la que «no había un manual, una guía, que marcara los pasos a seguir». Con todo, el rey sostuvo que, pese a los problemas que siguen afectando a la empresa gallega o establecida en la comunidad, también esta demostró una gran capacidad de adaptación. Con mayor perspectiva concluyó que «no cabe duda que estas cuatro décadas reflejan un período único de la historia económica, social y empresarial de Galicia, una época que es sinónimo de transformación y de prosperidad». El rey finalizó su discurso en gallego deseando «moitos anos máis de éxito» a la organización empresarial, «porque o voso é tamén o de toda a sociedade».
Feijoo: «Un balance sin parangón»
Antes de que Felipe VI tomase la palabra en el Museo de la Cidade da Cultura fue el presidente de la Xunta el que habló de un «balance sin parangón, lo miremos por donde lo miremos» al valorar el papel de las empresas gallegas en la etapa democrática. Galicia, recordó, arrancó esta etapa como tercera comunidad más pobre, cuando ahora es líder en sectores como el textil, el forestal, la automoción o las conservas. A juicio de Alberto Núñez Feijoo, la Galicia emprendedora proyecta un «talento empresarial» que no precisa inspiración en otros territorios, y lo puede contar «en primera persona» sin necesidad del paso de varias generaciones por la rapidez con la que se produjo.
El jefe del Ejecutivo gallego aprovechó para rememorar que en el 2021 también se cumplen cuarenta años del 23-F, una fecha que hubiera cambiado el futuro, pero se evitó un «desenlace dramático gracias a la actuación de la monarquía constitucional». En clave reivindicativa, Feijoo miró al futuro inmediato y consideró fundamental «acertar cómo» se afronta el futuro, y dijo que «fallaríamos» en la transición hacia la nueva economía si se dejan atrás 16.000 empleos vinculados a la industria que en estos momentos corren riesgo de desaparición en Galicia por diferentes factores, entre ellos el ambiental y el energético.
Yolanda Díaz pide estar «á altura das circunstancias»
En el almuerzo ofrecido por la CEG también participa la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, quien hizo una encendida defensa de los valores que ha permitido cambiar la pandemia, en la que los agentes sociales, dijo, se han empeñado en «recuperar o valor da saúde, das empresas, do traballo, do diálogo e a colaboración». Para la ferrolana, la «madurez» de los agentes sociales ha sido clave para «saír adiante» ante las adversidades. Tras revisar los últimos datos de creación de empresas y de empleo, con cifras mejores que en el 2019, Díaz pidió estar «á altura das circunstancias» y afrontar los nuevos retos con «determinación» y a través de un nuevo pacto social guiado por la búsqueda de la «prosperidade compartida».
La empresa, en el centro de la acción política
El turno de intervenciones lo abrió el presidente de la CEG, Juan Manuel Vieites, que al igual que Feijoo dedicó una parte de su intervención a destacar la importancia del apoyo de la Corona en estas décadas, «una garantía de moderación y estabilidad» que transmite confianza a todos los niveles. El representante de la patronal gallega afirmó que «asistimos a un punto de inflexión» con la doble tarea de hacer frente a la recuperación y a un cambio de modelo productivo acelerado por la crisis sanitaria. Para superarlo, concluyó, «es clave colocar a la empresa en el centro de la acción política», en un momento en el que la colaboración público-privada «debe ser más estrecha que nunca».
Garamendi y Escotet
Antes del almuerzo hubo más voces que se sumaron a las felicitaciones a la Confederación de Empresarios de Galicia por su 40 aniversario. Entre ellas, la del presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, Antonio Garamendi, quien aprovechó su intervención para destacar el esfuerzo de «unidad» realizado por la organización gallega, que considera clave para afrontar un futuro en el que, «como empresarios, tenemos que ser optimistas». Ahora bien, el líder de la patronal española ha pedido prudencia a la hora de diagnosticar la situación de la economía: «¿Estamos mal? No. ¿Estamos tan bien como nos cuentan? Tampoco». Para Garamendi, «tristemente» los datos demuestran que España debe manejarse «con cuidado» porque la deuda está al 123 %, y en el 2023, advirtió, «esto vuelve a su sitio», en referencia a las exigencias de Europa de equilibrar las cuentas del Estado.
En su discurso hizo dos paradas: los fondos europeos y las reformas. Sobre los primeros, pidió que no se generen demasiadas expectativas para evitar frustraciones, y reclamó habilidad para que ese dinero acabe llegando a las pequeñas y medianas empresas. «Trabajaremos para capilarizar esos fondos», aseguró. Garamendi insistió en que detrás de todas las partidas que se anuncian habrá capital privado, lo que obligará a contar con el apoyo del sector financiero.
Sobre los cambios legislativos que vienen señaló que son incluso más importantes que los propios fondos europeos. O, al menos, entiende que afectan más a los empresarios. La reforma laboral, dijo, «no es un fetiche, no es un triunfo político, es un tema delicado», y alertó de los efectos perniciosos que podría tener una decisión política que genere desconfianza. Y fue contundente al pedir al Gobierno que sea coherente al hablar de temporalidad, ya que esta tiene más incidencia en el empleo público que en el privado. «Nosotros avanzamos, que avancen los demás», concluyó.
Otra intervención destacada fue la de Juan Carlos Escotet, presidente de Abanca, que expuso en su turno de palabra que la colaboración, las alianzas, el diálogo social, la creación de redes productivas y de solidaridad se han constituido en «bienes de utilidad incalculable». Y en esa realidad cree que la CEG tendrá cada vez un papel más estratégico «porque las organizaciones empresariales están llamadas a intensificar su presencia pública».