La UE agita la transición verde con rebajas en el IVA de paneles solares y bicicletas

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

CAIB

Los Veintisiete también acuerdan un trato fiscal más favorable para la calefacción eficiente, Internet y la ropa para niños

07 dic 2021 . Actualizado a las 19:50 h.

La Unión Europea (UE) hará fluir en los próximos años un ingente caudal de ayudas públicas hacia el autoconsumo y la eficiencia energética. Para acelerar esa transición verde, este martes también acordó un nuevo marco para el IVA, desactualizado tras casi 30 años de vida. Los cambios permitirán aplicar tipos reducidos a la instalación de paneles solares, calefacciones eficientes y la compra de bicicletas. Hasta ahora, esos productos se gravan con el tipo general, que en España es del 21 %. Cuando entre en vigor la nueva reforma —esperan que sea el año que viene—, el Gobierno español tendrá la opción de aplicar el tipo reducido del 10 %, si así lo desea. Incluso el superreducido del 4 %, algo «apropiado», según el documento del acuerdo.

En la lista de bienes y servicios que se podrán beneficiar de un trato fiscal más laxo —tipos reducidos— también han entrado las conexiones a Internet, los eventos culturales y deportivos en streaming y la ropa de niños pequeños, que ahora soportan un IVA del 21 %. Del mismo modo, los dos tipos reducidos se podrán aplicar a artículos que han resultado claves para luchar contra la pandemia del covid y que «podrían ser útiles en futuras crisis», como equipos de protección personal, mascarillas y ciertos equipos médicos.

Otra de las novedades que anunció hoy el Consejo es que solo se podrán utilizar tipos reducidos para el gas natural y la leña hasta el año 2030. A partir de entonces, quien quiera utilizar estas fuentes de energía más contaminantes, deberá pagar más. De la lista también saldrán de forma inmediata los pesticidas y fertilizantes, que hasta ahora solo se gravaban con un 10 %.

¿Qué va a pasar con el transporte? El sector aéreo, uno de los más contaminantes, disfruta de importantes ventajas fiscales, como la exención del IVA en los billetes hacia el extranjero o el tipo del 10 % en los vuelos domésticos, como parte de un servicio que cubre «necesidades básicas». Según consta en el documento del acuerdo, tendrán hasta el 2030 para adaptarse a las normas climáticas de la UE para seguir percibiendo un trato fiscal ventajoso, al menos en lo que se refiere al consumo de combustibles: «Los Estados miembros deben tener la posibilidad de contribuir a una economía verde y climáticamente neutra preparándose para la retirada de tratos preferenciales existentes con los suministros dañinos para el medio ambiente». Fuentes diplomáticas españolas aseguran que por el momento, los tipos del transporte no se modificarán.

Fin a los abusos

¿Por qué se ha actualizado el marco del IVA? Además de adaptarlo a las nuevas políticas energéticas y climáticas de la UE, Bruselas quería poner fin a las desigualdades entre países y la competencia fiscal desleal de algunas jurisdicciones, donde se abusa del IVA reducido. Por eso, cuando entre en vigor la norma solo se podrá aplicar el tipo reducido —por encima del umbral del 5 %— a 24 grupos de productos o servicios. Y solo se podrá aplicar el superreducido —por debajo del 5 %— a siete.

Con esta limitación, la UE intenta elevar el tipo efectivo de algunos países hasta el 12 % como mínimo para el 2032. Para conseguirlo, España tendrá que sacar a algunos habituales de la lista, porque su tipo efectivo es del 8,8 %, el más bajo. La Comisión Europea criticó en reiteradas ocasiones que el Gobierno español siga beneficiando a los restaurantes y el ocio nocturno con un IVA del 10 %, el mismo que se aplica a los productos de higiene femenina.

El agujero del IVA

Esa manga ancha con los tipos reducidos y la incapacidad de controlar el fraude del IVA hace que la Hacienda española pierda 23.840 millones de euros al año. Según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), 18.000 millones se deben al abuso de los tipos reducidos. Los otros 5.840 millones se evaporan por culpa del tradicional «¿con factura o sin factura?», según datos de la Comisión Europea, que sitúa a España como el sexto país de la Unión Europea que más deja de recaudar en términos absolutos por esta causa y el país que menos ingresa por IVA en relación a lo que debería a causa de las exenciones —y el impuesto reducido en Canarias—. Esto se debe a que tiene el gravamen efectivo más bajo de todos (8,8 %), en contraste con 13,4 % de Suecia o el 15,6 % de Croacia.