La naviera suspende el transporte de contenedores a ese país, y la segunda rompe su alianza con Gazprom
01 mar 2022 . Actualizado a las 15:30 h.Sigue el goteo de empresas occidentales que cortan sus lazos comerciales con Rusia en respuesta a la invasión de Ucrania. Este martes, la naviera danesa Maersk, uno de los gigantes del transporte marítimo internacional, ha anunciado que suspende el tráfico de contenedores hacia y desde Rusia. «Nuevos pedidos por mar y por tierra a y desde Rusia serán suspendidos con la excepción de alimentos, medicinas y ayuda humanitaria. La suspensión afectará a todos los puertos rusos», señaló en un comunicado A.P. Møller-Mærsk, el principal grupo industrial de Dinamarca y propietario de la naviera.
Maersk acapara alrededor del 20 % del transporte mundial por mar y se disputa con la ítalo-suiza Mediterranean Shipping Company la condición de mayor naviera dedicada al transporte de mercancías.
Por su parte, la petrolera anglo-holandesa Shell ha comunicado su intención de salir de las empresas conjuntas en las que participa junto al gigante ruso Gazprom, así como de liquidar su participación en el proyecto del gasoducto Nord Stream 2.
A finales del 2021, Shell tenía alrededor de 3.000 millones de dólares (2.680 millones de euros al cambio actual) en activos no corrientes en estas empresas en Rusia, precisó la compañía, advirtiendo de que prevé que la decisión de iniciar el proceso de salida afecte al valor en libros de los activos de Shell en Rusia y provoque deterioros.
«Nuestra decisión de salir la tomamos con convicción», dijo el consejero delegado de la multinacional, Ben van Beurden, que añadió: «No podemos quedarnos al margen y no lo haremos». Asimismo, el ejecutivo señaló que, en conversaciones con gobiernos de todo el mundo, Shell trabajará en las implicaciones comerciales, incluida la importancia de asegurar el suministro de energía a Europa y otros mercados, en cumplimiento de las sanciones pertinentes.
Shell sigue así los pasos petrolera británica BP, que también ha anunciado su intención de abandonar por completo sus negocios en Rusia, incluyendo la salida del accionariado de Rosneft, en la que ostenta un 19,75 % de su capital social y cuyo impacto negativo podría ser de hasta 25.000 millones de dólares (22.400 millones de euros).
Asimismo, BP informó de que su consejero delegado, Bernard Looney, ha dimitido de su asiento en el consejo de administración de Rosneft con efectos inmediatos. El otro consejero nombrado por BP, Bob Dudley, también abandonará el consejo.