El gigante textil asegura que en las actuales circunstancias no puede garantizar la continuidad de las operaciones y de las condiciones comerciales
06 mar 2022 . Actualizado a las 16:14 h.La guerra abierta por Vladimir Putin contra Ucrania ha encontrado respuesta en Inditex: la multinacional gallega se va temporalmente de Rusia. La compañía se suma así a firmas competidoras como H&M, Tendam (dueña de Cortefiel y Woman Secret), Asos y Mango. Este sábado , el grupo norteamericano GAP y el japonés Uniqlo mantenían su actividad y, hasta el cierre de esta edición no habían comunicado que la fueran a suspender. Comparadas con la multinacional gallega, todas estas firmas tienen una presencia reducida en Rusia; tan solo Mango dispone de un número significativo de establecimientos: 120, de los que 65 son franquicias, y podrán continuar operando.
No fue una decisión fácil. A través de un comunicado emitido a las 11 de la mañana del sábado a la CNMV, Inditex informó de que en las actuales circunstancias no puede garantizar la continuidad de las operaciones y de las condiciones comerciales en la Federación Rusa: «Por ello, suspendemos temporalmente la actividad en las 502 tiendas (de las cuales, 86 son de Zara) y en el canal online del país». Este sábado fue el último día de atención al público.
Rusia —donde todas las tiendas operan en régimen de alquiler, por lo que «la inversión no es relevante desde el punto de vista financiero», concluye la empresa— constituye alrededor del 8,5 % del resultado neto de explotación global del grupo. Recalcan desde la multinacional que la prioridad sigue siendo la plantilla de más de 9.000 personas, con las que se va a desarrollar un plan especial de apoyo. Los trabajadores se mantendrán en una situación similar a la del covid desde el punto de vista laboral. Es decir, los salarios estarán garantizados y recursos humanos, explica, trabaja ya para perfilar el resto de condiciones.
Aunque la decisión de cierre era previsible desde hace unos días, Inditex la comunicó a media mañana del sábado tras solventar todos los trámites relacionados con las tiendas y la plantilla. Y es que, aseguran algunas fuentes, todo esto resulta complicado debido a que se trata de un número importante de trabajadores distribuidos en un territorio muy amplio. No ha trascendido, pero es probable que la plantilla fuese informada prácticamente al mismo tiempo que se hizo pública la decisión en la CNMV. La medida no afectará a los 13 establecimientos y a los 278 trabajadores de Bielorrusia.
Las ocho marcas de la multinacional textil con sede en Arteixo tienen presencia en el país que dirige Putin. A lo largo del territorio se erigen 502 tiendas y 9.119 empleados (según los datos de la memoria del 2020, última disponible). Nada más iniciarse el conflicto bélico, Inditex había dejado sin actividad sus 79 establecimientos en Ucrania, una decisión que tomó alegando que su prioridad era dar seguridad a la plantilla conformada por 1.170 trabajadores. Desde el 24 de febrero, la compañía fue una de las más afectadas por las caídas en Bolsa (con pérdidas del 17,3 %). Rusia es para ella un mercado importante. Solo dos datos: sin contar España, es el país dónde más trabajadores tiene (el 6,3 % de su plantilla) y respecto a las tiendas representan casi el 8 % del total. Al analizar la contribución tributaria en Europa —excluyendo a España—, Inditex solo mueve más volumen de impuestos en Francia e Italia. Entre propios y recaudados, la firma textil moviliza en Rusia un total de 253 millones. En la memoria anual reconoce que una de las mayores fortalezas es su compromiso con la diversidad y la multiculturalidad. «Nuestro objetivo es construir equipos diversos cuyos miembros aporten sus perspectivas y experiencias únicas y promuevan una cultura empresarial inclusiva [...]. Nuestros equipos los integran personas de diferentes perfiles, culturas, orígenes y experiencias, donde tienen cabida factores de diversidad como género, identidad y expresión de género, orientación sexual, raza o religión entre otras».
La alianza European Round Table (ERT), de la que forman parte 40 de las principales compañías europeas —entre las que se encuentran Inditex, Telefónica, Ferrovial e Iberdrola— ya había apoyado la batería de medidas aprobadas por Bruselas contra Rusia. A través de un comunicado, ERT afirmaba que el conflicto era una prueba para sus valores e intereses europeos. «Las implicaciones en materias de seguridad, suministro energético, relaciones comerciales y geopolítica van a continuar un largo tiempo. La naturaleza urgente y entrelazada de todas estas cuestiones demanda un profundo pensamiento estratégico por parte de los líderes de todos los países miembros».