Bruselas estudia vetar el petróleo y el carbón rusos

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

ECONOMÍA

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La Comisión Europea sigue excluyendo al gas del paquete de sanciones

05 abr 2022 . Actualizado a las 14:00 h.

La Comisión Europea considera «una opción» incluir la energía en el próximo paquete de sanciones en repuesta a la invasión rusa en Ucrania, unas sanciones que contemplarían el petróleo y el carbón, pero para las que no se ha referido al gas, considerando que la decisión requiere del consenso y la unidad de todos los Estados miembro.

Preguntado por los elementos que incluirán las próximas sanciones a su entrada a la reunión de ministros de Economía de los Veintisiete, el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, se ha señalado que hay discusiones «sobre lo que se puede hacer en el sector energético, como el carbón y el petróleo» y en el sector del comercio.

Respecto a la aplicación de sanciones al petróleo y al carbón ruso, excluyendo al gas, Dombrovskis ha señalado que para la Comisión Europea «es una opción» pero ha incidido en que es necesario encontrar un punto de consenso entre los Estados miembro. Además, ha señalado la importancia a aplicar un paquete de sanciones «fuerte» y «creíble» en respuesta a las «atrocidades» que las fuerzas militares rusas está perpetrando en Ucrania.

Una posición similar es la que ha manifestado el ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, que ha afirmado que podrían aplicarse sanciones sobre el sector energético. Tras el ataque militar del pasado fin de semana en la localidad ucraniana de Bucha, «hay una determinación total de los Veintisiete de reforzar sanciones», ha explicado Le Maire, que ha puntualizado que para que estas sean efectivas tiene que haber unidad y consenso entre todos los países de la UE.

Le Maire ha recordado que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, en la jornada del lunes, abrió la puerta a incluir al petróleo y al carbón en esa respuesta por parte de la UE. Un punto en el que hizo hincapié que «Francia está lista para ampliar las sanciones al petróleo y al carbón», pero entre los que no ha mencionado al gas.

En la lista de debate de los ministros de Economía de los Veintisiete figura cómo afrontar el riesgo de que Rusia pueda esquivar las sanciones y la forma en que se puede fortalecer la aplicación de estas sanciones, ha recordado el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, que ha explicado que uno de los puntos de la reunión incluye una conversación con el ministro de Finanzas ucraniano, Sergiy Márchenko.

En una línea dura se ha mostrado la ministra de Finanzas de Lituania, Gintare Skaistè, que ha instado a los Estados miembros a «cortar a Rusia el acceso a sus principales fuentes de ingresos, que es el sector energético» y ha abogado por poner un embargo a las compras de Rusia de petróleo, de carbón pero también de gas.

Skaistè ha recordado que Lituania ha dejado de comprar gas a Rusia y de cara a la aplicación de futuras sanciones ha pedido excluir del Swift a los mayores bancos rusos, a cerrar puertos y carreteras a los bienes rusos y excluir a Rusia de las instituciones financieras internacionales. «Lituana es el primer país de la Unión Europea en decir adiós al gas ruso», ha dicho Skaistè que lo ha tildado de «buen ejemplo» para que a los países europeos vean que «es posible». En un paso más ha abogado por reforzar la presión sobre Rusia y ha recordado que «lo que hacemos hoy será la historia de mañana».

El ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, descartó el lunes, en su entrada al Eurogrupo, cortar el suministro de gas ruso y pidió «tiempo» para reducir la dependencia de Europa de la materia prima, mientras crecen las voces que piden más sanciones contra Moscú por la invasión de Ucrania si bien Lindner pidió diferenciar «entre petróleo, carbón y gas», a la hora de aplicar sanciones.

En una línea más dura se pronunció el lunes el ministro de Finanzas austriaco, Magnus Brunner, que se mostró abiertamente contrario a incluir en este sector entre las sanciones al considerar que «todas las sanciones que nos afecten más que a los rusos no serán buenas para nosotros».