
La ley obliga a aumentar el tamaño de la tipografía de los contratos un 66 %
07 jun 2022 . Actualizado a las 09:29 h.La letra pequeña de los contratos, dejará de ser tan reducida. Y lo hará por ley. Desde este mes, los bancos, las compañías de seguros, las operadoras de telefonía y todas las empresas que ofrecen servicios estarán obligadas a revisar sus contratos para que la tipografía con la que están redactados sea mucho más asequible al ojo de los consumidores.
El tamaño sí que importará a partir de ahora en estos documentos. La medida entró en vigor el pasado 1 de junio, fecha a partir de la cual las empresas tienen que aumentar un 66 % el tamaño mínimo admitido en los caracteres con los que redactan los contratos que firman los ciudadanos para acceder a sus productos.
Se trata de una modificación del artículo 80 de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios con la que se regulan los requisitos que deben cumplir las cláusulas que no son negociadas de manera individual y que, por tanto, forman parte de los contratos de servicios estandarizados que este tipo de compañías ofrecen a todos sus clientes.
Así, la modificación —aprobada por unanimidad en el Congreso de los Diputados— obligará a elevar de 1,5 a 2,5 milímetros el tamaño mínimo permitido en la letra de estos escritos. El objetivo, recoge la legislación, es «permitir al consumidor y usuario el conocimiento previo a la celebración del contrato sobre su existencia y contenido». Y va más allá. Porque además de exigir una determinada dimensión, el texto de la ley también advierte que el espacio entre líneas deberá ser superior a los 1,15 milímetros y, como ya establecía la norma anteriormente, deberá tener el suficiente contraste con el fondo para que no se dificulte la lectura de las cláusulas.
«Lógicamente, nosotros vemos bien que se amplíe el tamaño mínimo de la tipografía. Pero nos parece insuficiente», resume Rubén Sánchez, secretario general de Facua-Consumidores en Acción. Esta asociación reclama que, de la mano de esta medida, deberían venir otras también de importancia para salvaguardar los derechos de los ciudadanos: «Es fundamental la labor inspectora de las Administraciones para verificar que se cumplen con estos tamaños mínimos y que en cualquier caso los contratos no incluyen cláusulas abusivas, que es lo más importante».
Más inspección
Sánchez recuerda que un consumidor puede ser capaz de leer perfectamente el contrato entero porque ahora el tamaño de la letra hace esta tarea menos compleja pero, sin embargo, encontrarse con una serie de cláusulas que, sin que el ciudadano sea consciente de ello, están vulnerando sus derechos y la legislación vigente: «Hay que complementar todo esto con una inspección mucho más profusa tanto por parte del Ministerio de Consumo como de las comunidades autónomas».