Retrasar un año la jubilación aumenta un 50 % el riesgo de morir antes de los 70 años

Sara Cabrero
S. Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

MARCOS MÍGUEZ

Los trabajadores con ocupaciones físicas más exigentes y las sujetas a un mayor nivel de estrés emocional y mental son aquellos que más lo padecen

21 jun 2022 . Actualizado a las 09:18 h.

La reforma del sistema público de pensiones sigue siendo un quebradero de cabeza para las administraciones. Con la generación del baby boom ya comenzando su retiro y a las puertas de unos años en los que el sistema tendrá que hacer importantes esfuerzos financieros, los expertos analizan todas las posibilidades para tratar de pasar el bache de la mejor manera posible. Son muchas las voces que abogan por atrasar la edad de retiro. Pero algunos informes han comenzado a poner en entredicho esta salida.

El último, publicado ayer por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), es bastante revelador. Según los autores del estudio El impacto de la edad de jubilación sobre la mortalidad, retrasar un año la salida del mercado laboral aumenta el riesgo de morir entre los 60 y los 69 años en cinco puntos porcentuales. Equivalente, tal y como aseguran, a un aumento relativo del 50 %. Para elaborar el informe, los autores tomaron como base la reforma de las pensiones en España en la década de los ochenta. Tal y como explican, esta normativa modificó la edad de jubilación anticipada en función de la fecha en que los individuos comenzaron a cotizar al sistema de Seguridad Social. Así, aquellos pensionistas que habían aportado al sistema público antes del 1 de enero del año 1967 podían retirarse a partir de los 60 años; mientras que para aquellos que entraron al mercado laboral después de dicha fecha la edad legal de retiro se retrasaba a los 65 años.

Y la medida, advierten, impactó directamente en la salud de los afectados. Defienden desde Fedea que son muchos los trabajadores que corren el riesgo de padecer importantes problemas de salud al atrasar su salida del mercado laboral: «El aumento de la mortalidad es mayor para aquellos que trabajan en sectores con una alta intensidad de accidentes laborales». Pero no es el único. Porque también influye el estrés mental y social: «Retrasar un año la salida del mercado laboral aumenta el riesgo de morir entre los 60 y los 69 años en 5,3 puntos porcentuales para las personas con trabajos de alta carga psicosocial», resumen.

Otras fórmulas

Y el retraso de la edad de jubilación tampoco está teniendo el impacto deseado en el propio sistema. Porque aquellos que se han visto abocados a hacerlo están optando por otras vías para salir del mercado laboral. Los que comenzaron a cotizar a partir de 1967 tienen una menor probabilidad de solicitar una pensión ordinaria y acaban echando mano de pensiones parciales y de invalidez: «Esto indica que los individuos no cumplieron totalmente con el aumento de la edad legal de jubilación y utilizaron otras formas de abandono del mercado laboral antes de solicitar una pensión ordinaria».

La solución, defienden, pasa por permitir que los asalariados puedan reducir gradualmente su tiempo de trabajo al final de su carrera, convirtiendo la jubilación parcial en una opción: «Esto puede incentivar a los empleados a permanecer más tiempo en la población activa sin perjudicar su salud. Así, permitir un retiro flexible con el aumento de la edad legal de jubilación podría ser una buena política para mitigar el coste del sistema público», sentencian.