España capta apoyos ante la compleja negociación con Bruselas por los cortes de gas
ECONOMÍA

Portugal y Grecia también rechazan la propuesta de la Comisión
22 jul 2022 . Actualizado a las 12:17 h.Se repite la historia. Los países del norte contra los del sur. Pero en esta ocasión son estos últimos los que tienen la sartén por el mango. La propuesta de la Comisión Europea para que todos los Estados miembros recorten un 15 % el consumo de gas ante la posibilidad de que pueda haber falta de suministro en invierno ha levantado ampollas en España, pero también en otros países como Portugal o Grecia. Y ello ante el asombro de los antiguos frugales financieros —con Alemania a la cabeza—, atónitos ante la posición del antiguo frente sur.
No va a ser fácil llegar a un consenso entre 27 sistemas energéticos distintos. Y, sobre todo, con falta de conexión entre sí. La cita clave será el próximo martes, día 26, cuando se reúne el consejo de ministros de energía de la UE para tratar la propuesta del Ejecutivo comunitario. La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, insistió ayer en que España no está dispuesta a que se le imponga sin preguntar «algo que considera injusto».
Para su departamento, la propuesta europea implica «un esfuerzo sobredimensionado para España». Y apuntó informes como el de Bruegel, en el que se señala que «a España, Portugal y, en menor medida, a Francia, el objetivo que les correspondería de manera justa, con un efecto redistributivo y no un sobreesfuerzo, es que nos quedáramos a cero». Es decir, no aplicar recortes de gas en la industria. Ribera insiste en que Europa puede contar con la solidaridad de España, aunque pone «en duda la efectividad» de las medidas que se plantean desde Bruselas.
Se refiere —y esta será la baza que les sirva para negociar el plan definitivo— a la mínima interconexión terrestre que tiene la península ibérica con Francia, a través de dos pequeños gasoductos en el País Vasco y Navarra, de 3.000 metros cúbicos al año entre ambos. Solo de Argelia llegan más de 10.000 en ese mismo período. Además, la gran cantidad de buques metaneros que llegan a los seis puertos españoles que tienen regasificadoras no sirven para transformar la materia prima y enviarla a otros socios europeos, porque apenas cuentan con estas instalaciones para recibir el gas natural licuado.
Unión entre el sur
Y sugiere que iría a parar a terceros países, como China y otros asiáticos. En este sentido, Portugal y Grecia se han sumado también al rechazo del plan propuesto por la Comisión Europea. Portugal va a oponerse a esta «medida desproporcionada», declaró Joao Galamba, secretario de Estado para el Medio Ambiente y la Energía. Por su parte, el portavoz del Gobierno heleno, Yiannis Economou, indicó que tampoco comulgan con el plan. «No estamos de acuerdo con el carácter obligatorio de la medida y tampoco con el nivel de la reducción anunciada», según el ministro griego de EnergíaKostas Skrekas.
Sin embargo, Alemania sí respaldará el plan. Es una propuesta «correcta», según el responsable alemán de Economía y Protección del Clima, el verde Robert Habeck, presentada por Bruselas como «respuesta solidaria», ante la evidencia de que Rusia no es ni será un socio fiable. Moscú usa los suministros de gas «para extorsionar».
Las declaraciones de Habeck se producían pocas horas después de que se reanudase el suministro de gas a través de Nord Stream tras diez días de suspensión por tareas de mantenimiento. En esos trabajos, como en la teórica falta de una turbina de fabricación alemana aducida por Moscú, ve Habeck la plasmación de las prácticas de extorsión impulsadas desde el Kremlin contra Alemania, que ha dejado de ser cliente solícito de su gas. Tras diez días de mantenimiento de este gasoducto, que comunica los campos de Siberia con el norte de Alemania, Europa temía que el gigante energético Gazprom cerrara el grifo de forma definitiva. Rusia volvió a abrirlo, pero solo al 40 % de su capacidad.